El aviso de una res muerta en Vila de Cruces, y la detección de varios casos más con sintomatología muy similar en Silleda, hacían sospechar, a falta de conocer el resultado del laboratorio, que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica había llegado a la provincia de Pontevedra; y así ha sido.
La Xunta de Galicia ha confirmado que los casos sospechosos de “covid de las vacas” en Pontevedra han resultado positivos, lo que incrementa a 13 el total de focos detectados en toda Galicia.
Tras haber declarado recientemente otros cinco nuevos focos de la hemorragia epizoótica en explotaciones bovinas de Pontevedra, Lugo y Ourense, se puede afirmar que esta grave enfermedad se ha extendido ya por todo el territorio gallego.
Según ha detallado el Ejecutivo autonómico, en el ayuntamiento ourensano de A Mezquita han detectado uno; tres en la de Lugo, en los ayuntamientos de Guitiriz, A Pastoriza y Taboada; y el primer foco de la provincia de Pontevedra en el ayuntamiento de Vila de Cruces.
Salvo en el caso de la explotación de Guitiriz, con cuatro bovinos afectados, en el resto de casos solo un animal del total de los bovinos presentes en la explotación presentaba sintomatología compatible con la enfermedad.
En los 13 focos notificados por Galicia hasta la fecha, en otras tantas comarcas veterinarias de la comunidad, hasta el momento registraron la muerte de 10 vacas a causa de la EHE.
Ante esto, la Xunta ha señalado que esta es una enfermedad infecciosa pero no contagiosa producida por un virus que se transmite a los animales exclusivamente mediante la picadura de mosquitos del género Culicoides.
Dada la vía de transmisión, esta enfermedad aparece mientras exista el mosquito vector circulando en el ambiente. Por lo tanto, existe un período de posible afectación de los animales (aproximadamente de abril a diciembre) y otro, en los meses de invierno, en los que, al no existir circulación del vector, no existe posibilidad de infección en los animales.
La única vía de contagio en los animales es a mediante la picadura de mosquitos transmisores, por lo que no es posible la transmisión directa o indirecta entre ellos. Por lo que, el gobierno gallego ha aclarado que esta dolencia no afecta a las personas, ni por la picadura, ni por contacto con animales infectados, ni por el consumo de productos de origen animal de ejemplares afectados.