Stripe: la cebra de un ganadero gallego que ya es un equino más en la manada
La intención de su propietario es cruzarlo con sus yeguas para vender las crías
Un estudio afirma que los cebrallos ayudan en las ganaderías a espantar a los lobos
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Llegó a la Terra Chá hace tan solo unos doce días pero Stripe, una cebra que no pasa desapercibida entre las reses de un ganadero vilalbés, es ya una más en la manada.
La intención de Xabier Paz, propietario de la Finca Enxebreza, es “explorar la crianza de cebrallos”, cruzando este macho de cebra que consiguió en Países Bajos con las yeguas que cría en su propiedad. Dice que son animales “buenos para espantar a los lobos y defender así sus reses”, por lo que su idea comercial es vender las crías resultantes tanto para la monta como para defender las ganaderías de los ataques del lobo.
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Stripe, que significa “raya” en inglés, se dio a conocer en la pasada edición de la bajada de caballos de As San Lucas, en Mondoñedo, donde los visitantes contemplaban atónitos el trote de este animal salvaje en medio de las demás reses. Allí, como si de un caballo más se tratara, Stripe desfiló con soltura, luciendo su peculiar pelaje a rayas, como si llevara años haciéndolo.
Como era de esperar, el asombro de los visitantes fue inmediato, y en los numerosos vídeos que circulan por la red se pueden escuchar comentarios como: “qué bonita”, “qué linda”, “ese pelo se lo pintaron” o el de un niño incrédulo a su madre: “ostrás, mamá mira, ¡una cebra, una cebra!”.
“Al principio era un poco desconfiado pero ahora ya es como un caballo más”
Xabier Paz, dueño de unos 300 caballos, afirma que “siempre tuvo ganas de tener una cebra”. El hecho de tener el contacto en Países Bajos hizo posible su sueño, y tras pasar varias inspecciones tanto en el país nórdico como aquí, la cebra Stripe ya pasta en los prados gallegos como cualquiera otra res.
Paz cuenta que “al principio era un poco desconfiado” pero que ahora “ya es como un caballo más”.
“No quería saber nada ni de las personas ni de otros animales”, afirma su propietario, pero ahora Stripe "ya se relaciona con nosotros y está tranquilo en la finca". Y es que a esta cebra, que hace las delicias de niños y no tan niños de toda la comarca, la fama no se le ha subido a la cabeza.