Primera noche entre rejas para el presunto violador y asesino de Elisa Abruñedo, en Galicia, hace 10 años. Los investigadores lo habían podido situar en la zona del crimen pero no tenían pruebas. Gracias al ADN han podido arrestarlo una década después.
El detenido por la violación y el asesinato de Elisa Abruñedo participó ayer en un registro en su vivienda.
Hace 10 años que la víctima, de 46, salió a dar un paseo y nuca volvió. Los investigadores nunca han dado por cerrado el caso.
Según la Policía, el detenido se cruzó con Elisa en una zona boscosa y allí, presuntamente, la violó y la acuchilló. El autor dejó restos biológicos en su cuerpo pero no estaba fichado y en las bases de datos policiales no aparecían coincidencias. Así que no pudieron identificarlo.
Así que se hizo un cribado masivo, al que acudieron vecinos de hasta seis localidades de la zona. Los agentes sabían que el culpable no se prestaría a hacerse voluntariamente una prueba de ADN, pero pensaban que alguna coincidencia con un familiar podría ayudarles a acotar el círculo.
Así fue. Además, un testigo situaba al ahora detenido en la zona hace 10 años.
El acusado es un vecino de Narón, Galicia, de 49 años, que hoy ha pasado su primera noche entre rejas por un crimen que cometió hace 10 años.
Los investigadores no tienen constancia de que en este tiempo haya actuado de nuevo. Creen que escogió a Elisa al azar.