El hombre acusado de asesinar a su madre en Oroso (A Coruña) e incendiar el domicilio familiar para dificultar la investigación ha alegado que la mujer pudo "haberse asfixiado" con unas pastillas para la tos que tomaba por la noche. "Yo no la estrangulé, ni le hice nada", ha asegurado entre sollozos este lunes durante la primera sesión del juicio, a lo que añadió que “nunca le haría daño a mi madre”.
El acusado, de 42 años de edad, vivió hasta los 20 con sus abuelos porque su madre trabajaba en Suiza, y explica que al volver de la diáspora la relación con ella era buena, señalando incluso que la pensión que cobraba ascendía a unos 2000 euros.
"Cuando me levanté, fui a verla y ya estaba pálida", ha explicado respecto a la mañana de los hechos y ha añadido que en ese momento se puso muy nervioso y comenzó a beber. "Mi respuesta fue totalmente ilógica” explica, “tenía que haber llamado al 112 pero no sé por qué no lo hice", ha señalado.
"No recuerdo nada más hasta despertar dos días después en el hospital por un coma etílico", ha explicado. Al mismo tiempo, el procesado ha apuntado que su madre, en alguna ocasión, le dijo "que quería suicidarse, pero no tenía fuerzas para hacerlo". "Aún te lo pedía a ti pero te arruino la vida", ha dicho sobre lo que, supuestamente, le dijo la mujer. "No voy a decir que ella me pidió el suicidio asistido", ha añadido.
Respecto al delito de incendio que se le imputa para, supuestamente, dificultar la investigación, el procesado ha señalado que no lo recuerda. "No puedo decir ni que sí ni que no", ha puntualizado.
Según la Fiscalía, el acusado presuntamente prendió fuego al domicilio común “utilizando varias sustancias acelerantes tales como etanol, aceites y otros productos químicos vertidos en las camas de la vivienda y en diferentes superficies textiles de la misma”.
El abogado defensor solicita la “libre absolución” del procesado, y defiende a su cliente asegurando que la fallecida "padecía un estado depresivo grave que conllevó ideas suicidas en varias ocasiones" y el hecho de que fuesen a ser "desahuciados esa mañana (la de los hechos) por impago de la hipoteca" podría haber provocado "pensamientos suicidas".
Por el contrario, el Ministerio Público solicita 20 años de prisión por el delito de asesinato y 12 por el de incendio. Y es que, ante el jurado, ha trasladado "la convicción total" de que el procesado "acabó con la vida de su madre y lo hizo de manera premeditada, planificada y fría". "Existen una cantidad ingente de indicios enormes y contundentes que se van acumulando y apuntan directamente hacia él", ha relatado.
No obstante, ha indicado que "no hay pruebas directas", pero existe "una confesión casi en el mismo momento en el que se producen los hechos de manera espontánea y directa". El fiscal ha hecho referencia a un whatsapp que el procesado envió a la abogada de la fallecida la mañana del incendio con el texto "por cierto, a mi madre la maté yo" y "unas indicaciones para el entierro de la madre y de él mismo", ha expuesto.
"La persona que comete el asesinato provoca un incendio para ocultar pruebas y dificultar la investigación buscando potencialmente la explosión de la vivienda", ha añadido el representante del Ministerio Público, tras incidir en que "no hay nada que resaltar desde el punto de vista psiquiátrico o clínico que altere la percepción de lo sucedido" por parte del acusado.