La policía judicial sigue investigando las causas del incendio que se declaró en Vigo en la madrugada de miércoles 10 de octubre, en el que una mujer y tres de sus hijos menores perdieron la vida.
Aunque todavía se desconoce si el incendio fue fortuito (al declararse en el cuadro de luces) o provocado (tal y como aseguran los vecinos), se sabe ya que Rosana y sus hijos Aldara, Sara y Ezequiel fallecieron por asfixia, al intentar escapar de las llamas por la escaleras, donde la concentración de humo impedía ver y respirar.
Fuentes de la investigación han explicado que los fallecidos fueron localizados en las escaleras entre el cuarto y el quinto piso, lo que apunta que intentaban escapar del fuego y que tomaron la peor de las decisiones al intentar hacerlo en dirección hacia las llamas.
El padre de la familia, Emilio, que permanece en la UCI en estado grave, tomó la decisión de mantenerse en la ventana, lo que hizo posible salvar su vida y la de otra menor a la que resguardó bajo su chaqueta mientras los bomberos acudían a su rescate.
La familia residía en la cuarta planta del inmueble, y aunque los vecinos y vecinas del edificio aseguran que hubo varios focos, fuentes de la investigación aseguran que todo apunta a que el fuego se originó en el cuadro de luces del portal, en la planta baja, donde los inquilinos del edificio almacenaban numerosos enseres, entre ellos una motocicleta, que dio origen a varias especulaciones acerca de la intencionalidad del incendio.
La fatal decisión de abandonar el edificio por el portal de entrada fue lo que llevó a parte de esta familia al fatal desenlace.
El padre de los niños fallecidos en el incendio de Vigo y otro vecino del edificio siguen en estado crítico en la UCI del Hospital Povisa, según la información oficial que ha trasladado la Consellería de Sanidade. Se teme por sus vidas, “porque fueron afectados por el fuego y por la toxicidad del humo”, indican.
Por su parte, la niña de ocho años está estable en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña.
Tiene parte del cuerpo afectado por el fuego, y está grave pero no se teme por su vida.
Otro de los heridos ha subido a planta del hospital Ribera Posiva de la ciudad olívica, por lo que ya son dos las personas que han salido de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de este centro, mientras que otras cuatro personas continúan en las UCI de diferentes hospitales gallegos, una de ellas en estado crítico.