‘Perimetral Ibérica’. Así se llama la aventura que acaban de iniciar en Vigo (Pontevedra) Chema Díaz, Iván Bragado y Pablo Paz. Estos tres deportistas con diferentes discapacidades son los protagonistas de una ruta de más de 5.000 kilómetros que rodeará la Península Ibérica.
Chema sufre ceguera y se desplaza en silla de ruedas. También se mueve así Iván, a quien un tumor cerebral dejó sin oído, sin visión y sin equilibrio. Pablo sufrió un ictus que le provocó una hemiplejia. Por eso, los tres completarán la ruta en bicicletas adaptadas.
Se trata de triciclos tándem que serán pilotados por otros deportistas que colaboran con Discamino, una asociación fundada en 2009 en Vigo y que ayuda a cumplir el sueño de hacer el Camino de Santiago a personas con discapacidad.
Esta vez no harán la ruta jacobea. El reto es todavía más ambicioso. “Esta es la aventura más bestia que hemos hecho nunca”, cuenta a NIUS Javier Pitillas, el fundador y presidente de Discamino.
Este atleta y policía local recién jubilado ‘pilotará’ uno de los triciclos. Bernardo Gil, otro deportista también jubilado, guiará otra de las bicis. Los dos harán la ruta completa, ayudando a Chema, Iván y Pablo a conseguir su objetivo.
Pero hace falta un tercer piloto, que será rotatorio. Y es que también se sumarán a la causa otros compañeros (con discapacidad y sin ella) para guiar triciclos tándem o handbikes en determinados tramos de la aventura. Irán acompañados en todo momento por dos furgonetas auxiliares.
Esos más de 5.000 kilómetros los harán en 73 etapas. Tienen previsto recorrer una media de entre 60 y 80 kilómetros al día con una jornada de descanso cada dos semanas.
El plan es salir de Vigo y recorrer la costa de Portugal, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña. Luego atravesarán los Pirineos y volverán a Galicia haciendo el Camino del Norte. Tienen previsto llegar de nuevo a Vigo el 25 de septiembre.
“Esta ruta doblará en kilómetros a la más grande que habíamos hecho hasta ahora”, asegura Javier Pitillas, refiriéndose a los 2.900 kilómetros que hicieron en 2021 en un enlace de varias rutas jacobeas.
Este proyecto, cuenta Pitillas, surgió de una promesa que le hizo a uno de los protagonistas de esta ruta, a Iván Bragado, durante una peregrinación que hicieron de Roma a Santiago en 2018. “Le dije que cuando se sacara el título de entrenador de fútbol haríamos la aventura de nuestra vida juntos”, explica. Iván ha cumplido. Y ahora le toca hacerlo a Javier.
Chema, Iván y Pablo son personas con discapacidad por circunstancias sobrevenidas, no de nacimiento. En el caso de Iván, por ejemplo, su vida cambió de un día para otro.
Jugaba al fútbol a nivel semi-profesional y trabajaba en una estación de servicio. Pero en 2010 lo que pensó que era un tapón de cera en un oído acabó siendo un tumor cerebral que le hizo perder la visión, el oído y el equilibrio.
“Algo les arrancó todo lo que tenían, los dejó postrados y, tras un proceso de duelo, empezaron a pensar no en lo que ya no podían hacer, sino en todo lo que sí podían”, afirma.
El deporte les ayudó a salir del hoyo. “Ahora se enfrentan a un reto que, probablemente, la gran mayoría de personas no podrían superar”, asegura.
Para lograr el objetivo, todos llevan meses entrenando muy duro. Javier, por ejemplo, hace bicicleta seis días a la semana. Chema, Iván y Pablo han entrenado, al menos, tres.
Discamino surgió en 2009 después de que Gerardo, un joven sordo-ciego de Vigo hiciese su primer Camino de Santiago pedaleando sobre un triciclo tándem que una persona le donó para que pudiese cumplir su sueño.
“Javier, busca a más personas con problemas como yo para hacer el Camino muchos años”, le dijo Gerardo al llegar a la meta.
Ese fue el inicio de muchas más aventuras a las que se sumaron otras personas con discapacidad. “Perimetral Ibérica será nuestro ‘Camino’ número 98, el 13 de este 2023”, afirma Javier.
Un reto que todos afrontan como la gran aventura de sus vidas.