Los 200 motoristas de la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza que a diario trabajan en las carreteras vascas estrenan nuevo uniforme que incluye un chaleco dotado de airbag, con el que se pretende desde el departamento vasco de Seguridad dotar a los ertzainas de mayor seguridad.

Se cumplen 42 años desde que la Ertzaintza asumiera las tareas de vigilancia y seguridad en las carreteras de Euskadi, fue en febrero de 1983 cuando los primeros 340 agentes integraron las primeras patrullas de tráfico y atestados. En cuatro décadas, la Unidad de Tráfico de la Policía Vasca ha perdido a siete compañeros que fallecieron mientras realizaban su trabajo y muchos otros, han sufrido heridas de diversa gravedad.

Hace 17 años, a los policías de tráfico se les dotó de uniformes de intenso color rojo y fosforescentes para aumentar su visibilidad y su seguridad en las carreteras.

“Nos preocupa la protección y la seguridad de las y los agentes de la Ertzaintza y es por ello que apostamos por dotarles de nuevos elementos que mejoren su seguridad, su movilidad y su confortabilidad en el trabajo que realizan día a día en nuestras calles y carreteras” ha señalado el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria.

Ahora los 200 motoristas de la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza estrenan nuevos trajes con mejoras en los tejidos y en las protecciones, y además incluyen en su uniforme un chaleco, que se coloca debajo de la cazadora de protección, y que lleva un airbag integrado que se activa de forma electrónica, ante situaciones accidentales tanto con la motocicleta parada como en marcha incluso a muy baja velocidad. “Aunque hoy en día la legislación no obliga a llevar airbags de protección, hemos considerado necesario dotar a los agentes de la Unidad de Tráfico de este elemento extra de protección”, explicaba Zupiria.

El departamento vasco de Seguridad ha adquirido 460 trajes de motorista y está previsto que antes de que termine 2025 se compren 160 más. El chaleco cuenta con un sistema electrónico de sensores integrados para análisis del movimiento del motorista, de forma que, mediante un algoritmo con uso de inteligencia artificial, puede predecir cuándo debe desplegarse el airbag y, por tanto, dar la orden de activación al cartucho de gas para inflarlo. El sistema airbag dispone de un protector de espalda pasivo integrado que proporcionará protección incluso aunque el sistema no se desplegará ante situaciones accidentales. Cada uno de los chalecos cuesta 800 euros.

El traje consta de una cazadora roja y de un pantalón azul que llevan integradas protecciones en zonas concretas, como hombros, codos, rodillas, caderas y espalda, para amortiguar los posibles impactos por golpes en caso de caída. Ambas prendas incluyen elementos retrorreflectantes de señalización e identificación.

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