El ertzaina que intentó agredir a su mujer con un cuchillo en Donostia no podrá ver a sus dos hijas. El agente permanece desde el pasado mes de agosto apartado del servicio por unos hechos que el consejero vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, calificó de “gravísimos”.
La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de San Sebastián concede en exclusiva la patria potestad de las dos hijas menores del matrimonio a la madre e impide al padre, el agente de la Ertzaintza detenido por amenazar con un cuchillo a su pareja en presencia de las menores, ver a las niñas, de 6 y 2 años.
El hombre quedó en libertad con medidas cautelares y su víctima inició una demanda de divorcio. Ahora, el Juzgado de Violencia contra la Mujer considera que “concurren razones y motivos suficientes” para retirarle la patria potestad. Por un lado, está vigente una orden de alejamiento del padre respecto de la madre, que puede “entorpecer gravemente el ejercicio compartido” de este derecho. Por otro, en los dos últimos años, “debido al estado mental depresivo del padre”, ha sido la madre quien “de modo prácticamente exclusivo” ha ejercido la potestad de las pequeñas.
La jueza, según publica El Diario Vasco, deniega establecer un régimen de visitas y comunicaciones entre el padre y sus dos hijas, porque “puede resultar perjudicial o muy perjudicial para la estabilidad emocional y psíquica de las menores”. El auto detalla que el padre renunció a las estancias con sus hijas en un punto de encuentro familiar (PEF), aunque luego comunicó que quería “una visita” con la hija mayor.
La resolución judicial precisa que la menor de 6 años, que pudo ser testigo de una o varias agresiones, siente miedo porque no quiere ver a su padre, según expone la madre. Para la niña se ha solicitado a la Diputación de Gipuzkoa apoyo psicológico.
El pasado 17 de agosto, este policía fue detenido tras intentar agredir a su mujer en el domicilio que la familia compartía en el barrio de Txomin, en San Sebastián. La mujer logró escapar con su hija pequeña en brazos y pidió ayuda a una patrulla de la Ertzaintza. Fue detenido en el domicilio donde se encontraba con la otra hija de 6 años.
En un inesperado giro de guion, posteriormente se supo que el detenido se había cambiado de sexo en el registro civil y que, por tanto, era legalmente una mujer, si bien en todo ese tiempo no había cambiado de nombre ni de apariencia física. Se dispararon, entonces, las sospechas de que tras el cambio de sexo, realizado en septiembre de 2023, pudiera existir una maniobra para evitar ser acusado de violencia machista. Finalmente, el juzgado de instrucción número 4 de San Sebastián ha decidido inhibirse en favor del juzgado de violencia contra la mujer.
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