Encuentran muerto a Senda, el perro al que Sara ha buscado incansablemente casi 4 meses: "No hubo reencuentro ni final feliz”
Comunicaban el triste final en la cuenta de Instagram creada para la búsqueda y que suma más de 14.000 seguidores
Este labrador desaparació el 30 de julio en el monte Otoio, cerca de Lekeitio
Desde entonces, lo han buscado incansablemente con drones y hasta en barco
Bilbao“Desgraciadamente, no hubo reencuentro ni final feliz”. Con esta frase comunicaban esta semana, Sara Pascua y Joseba Espinosa, a todos cuantos les habían mostrado su preocupación durante los últimos casi cuatro meses, por la desaparición de su perro Senda, que lo habían “encontrado muerto”.
Aunque, como ella misma confesaba, estaba ahí la posibilidad de que el labrador negro “pueda no estar vivo”, Sara soñaba con “volver a estar juntos antes de que termine el año”. No ha podido ser. El hallazgo de Senda sin vida pone el indeseado punto final a una historia de amor en la que sus dueños no han sucumbido al desaliento y han buscado a su perro de manera incansable durante más de tres meses.
"Hola a todos, con todo el dolor y el sufrimiento, sentimos comunicaros que esta mañana hemos encontrado a Senda muerto. No tenemos palabras para agradecer todo el cariño y el esfuerzo que habéis puesto en su búsqueda. Desgraciadamente, no hubo reencuentro ni final feliz", publicaban en sus redes.
Historia de una búsqueda
El 30 de julio, “el reloj marcaba las 11.30 de la mañana, hacía mucho calor y se avecinaba tormenta”, cuando esta vizcaína salió, como tantas otras veces, a dar un paseo con su perro por el monte Otoio, próximo al municipio costero de Lekeitio. “Siempre se adelanta siguiendo a algún animal y me espera en el mismo punto porque yo voy más lenta”, pero aquel día, Senda, no estaba esperándola como de costumbre. “Poco antes hubo un trueno gigante y Senda odia los estruendos y suele necesitar estar gente”, explicaba entonces Sara.
A pesar de buscarlo por simas, playas y acantilados, con drones y hasta a bordo de un barco, no encontraron a Senda y fue afianzándose la hipótesis de que alguien se lo hubiera llevado al verlo solo y asustado.