Los ancianos atracadores de bancos detenidos en Vizcaya: disfrazados, sin botín y cazados al instante al intentar huir

La edad no supuso un impedimento para planificar el golpe a una sucursal bancaria de Alonsotegi, Vizcaya. Tampoco para que los atracadores encañonaran al director de la entidad e intentaran llevarse el botín. Claro, que tal vez, tener 83 y 63 años, sí determinó que la huida no saliera del todo bien para ellos. Los dos atracadores iban disfrazados, lo mismo ocurrió en el atraco a una sucursal bancaria en Bilbao el pasado abril.

Eso, o tal vez fue la suerte, la mala suerte para los atracadores, ya que nada más salir de la sucursal, con las manos vacías porque no había nada que llevarse, una patrulla de la Ertzaintza pasaba por allí y fue alertada por el director. Lo cierto es que los agentes interceptaron inmediatamente al primero de ellos y el segundo solo pudo alejarse unos metros del lugar de los hechos y acabó siendo detenido en una calle adyacente.

La sorpresa de los agentes llegó al descubrir que los atracadores que se escondían bajo una mascarilla sanitaria y una careta y que portaban dos armas de fuego, una de las cuales era simulada y la segunda real, eran en realidad dos hombres entrados en años. Uno de los detenidos tiene 63 años y el otro, 83, quien por cierto acumula numerosos antecedentes por atracos a bancos.

Ambos fueron trasladados a dependencias policiales, donde permanecían a primera hora de este martes, para la realización de las correspondientes diligencias. Una vez concluidas, serán puestos a disposición judicial para prestar declaración.

Con caretas y armas, pero sin botín

Los hechos de los que se les acusa se produjeron sobre las 8.00 horas de este pasado lunes, cuando el director de una sucursal bancaria del municipio vizcaíno de Alonsotegi se disponía a abrir la sucursal. En ese momento, fue abordado por un hombre que le obligó a entrar mientras le apuntaba con una presunta arma de fuego. Tras ellos, entró un segundo hombre, que también exhibía un arma.

Los sospechosos, al percatarse de que no había botín para sustraer, se dieron a la fuga y el trabajador del banco pudo salir y comenzar a gritar pidiendo ayuda.

Una patrulla de la Ertzaintza que se encontraba en las inmediaciones realizando labores preventivas vio a la víctima, que informó a los agentes de que había sufrido un atraco y que los autores acababan de darse a la fuga. Rápidamente salieron tras ellos y acabaron deteniéndoles allí mismo.

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