Inesperado giro en el caso del agente de la Ertzaintza que el pasado sábado 17 de agosto intentó agredir a su mujer con un cuchillo de cocina en presencia de sus hijas en una vivienda del barrio de Txomin Enea, en Donostia. El agente habría cambiado de sexo en el registro y eso complica su proceso judicial, aunque la Fiscalía va a pedir que el caso se transmite como violencia machista.
Concretamente, el agente se cambió hace meses en el registro de género. Ante la ley, –tras los cambios que se introdujeron con la entrada en vigor de la nueva ley trans–, es mujer, lo que trastoca por completo la trama judicial.
Este hecho podría provocar que el suceso no sea tramitado como un caso de violencia de género, pero la Fiscalía de Guipúzcoa, que ya trabaja para que eso no ocurra, solicitará que se siga tratando como tal e investigará este cambio en el registro porque la ley trans permite cambiarse de género sin someterse a ningún tratamiento, pero también pide una voluntad real para ello y al entorno del Ertzaintza le ha sorprendido esta noticia.
La situación ha supuesto una circunstancia inesperada que podría complicar jurídicamente el caso, que es el primero de este tipo que abordan en el territorio, por lo que deben analizarlo a fondo.
Por el momento, los hechos se han incoado como un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género y doméstica, una denominación amplia que abarca todos los supuestos, pero la instrucción se ha iniciado en un juzgado común. El Ministerio Público va a solicitar que este se inhiba del caso y que la investigación judicial sea asumida por un Juzgado de Violencia sobre la Mujer.
Según recoge el Diario Vasco, el arrestado se cambió de sexo el pasado mes de noviembre, aunque no ha realizado al parecer ningún otro trámite relacionado con un cambio de sexo y mantiene tanto su nombre como su aspecto. La Fiscalía investiga un posible fraude.
Según informó el Departamento de Seguridad Vasco, el ertzaina está acusado de un delito de amenazas graves tras haber sido detenido por intentar agredir a su esposa con un cuchillo de cocina y amenazar con dañar a sus dos hijas el pasado sábado, en torno a las dos de la madrugada. La mujer logró alertar a la propia Ertzaintza y no sufrieron daños.
Los agentes desplazados hasta el lugar detuvieron a su compañero, que estaba de baja médica, como presunto autor de un delito de violencia de género y violencia doméstica.
Tras su arresto, fue enviado a dependencias policiales y después pasó a disposición judicial, tras lo cual fue puesto en libertad con medidas cautelares y con la obligación de comparecer cuando sea requerido por la autoridad judicial.
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