Nace un bebé en un bar de Bilbao asistido por su padre: en el hospital dijeron que no había dilatado lo suficiente

El bar de Edurne, en el barrio bilbaíno de Begoña, nunca olvidará la mañana del 23 de julio de 2024. El pequeño Udai nació en el baño del establecimiento con la ayuda de su progenitor. El padre, la madre y el pequeño, cuando sea consciente de cómo ha venido al mundo, recordarán esta historia que, por suerte, ha salido bien. 

Según El Correo, todo comenzó a primera hora de la mañana cuando los padres acudieron al Hospital de Basurto porque la madre había comenzado a notar síntomas de parto. Allí le dijeron que todavía no había dilatado lo suficiente y se volvió para casa.

"No tenemos nada que reprochar al hospital ni a los trabajadores"

Según declaraciones a ese medio, los padres se marcharon para casa porque al parecer el parto no era inmediato. “No tenemos nada que reprochar al hospital ni a los trabajadores; nos atendieron fenomenal, y el personal de la ambulancia también”, indican los padres del bebe. 

Cuando salieron del hospital pararon en el bar Edurne, un bar de su barrio al que suelen acudir con frecuencia. Una vez allí, la madre sintió que necesitaba ir al baño y su pareja se quedó pendiente por lo que pudiera pasar. “Cuando abrí la puerta, se incorporó del inodoro y el niño ya tenía media cabeza fuera. Me dio tiempo a poner un empapador en el suelo, coger una toalla y agacharme. Vino otro empujón, salió y ya entre los dos le cogimos», cuenta a El Correo. Lo que más preocupaba a la pareja era que se cayera al suelo, «porque debido a la grasa con la que nacen los bebés, resbalaba mucho», confirma el padre.

"No tardó en empezar a llorar"

No tardó en empezar a llorar, así que nos relajamos un poco», añade el progenitora. Según el medio local, lo taparon con una toalla para que no tuviera frío y se quedó con la madre piel con piel. «Cogió el pecho de forma inmediata. Dentro del susto, tuvimos suerte y todo lo demás salió bien. La madre se merece un monumento. Sin epidural y con mala postura, en un baño pequeño... aguantó el tipo muy bien», narra el aliviado padre desde el hospital. 

Fue la propietaria del bar quien llamó al 112. “El parto duró alrededor de dos minutos y no hubo complicaciones», comenta la propietaria Finalmente todo salió bien y el pequeño Udai ya ha venido a este mundo de una forma un tanto especial como peculiar.

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