Detenido un matrimonio propietario de un caserío de Zerain, donde se elabora queso, por explotar a sus trabajadores

  • Los trabajadores tenían que trabajar los siete días de la semana sin posibilidad de descanso, incluso cuando se encontraran enfermos

  • Se dedicaban al cuidado y limpieza de un rebaño de ovejas latxas con las que se hace el queso 'Aramburu'

  • La investigación se inició el pasado 29 de mayo tras una denuncia ante la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Gipúzcoa

Un matrimonio propietario de un caserío en la localidad guipuzcoana de Zerain, en el que elaboran queso, ha sido detenido por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores, al darles empleo sin contrato de trabajo y en situación irregular. Estas personas tenían que trabajar los siete días de la semana sin posibilidad de descanso, incluso cuando se encontraran enfermos, percibiendo entre 300 o 400 euros al mes, dependiendo de la voluntad de los dueños.

La investigación se inició el pasado 29 de mayo como consecuencia de una solicitud de colaboración de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Gipuzkoa para realizar un control en un caserío de Zerain donde se elabora queso, según ha informado la Delegación del Gobierno en Euskadi.

Los trabajadores explotados trabajaban en el cuidado de ovejas latxas

Tras las pesquisas previas, los investigadores averiguaron que los trabajadores del caserío se dedicaban al cuidado y limpieza de un rebaño de ovejas latxas con las que se hace el queso 'Aramburu', amparado por la denominación de origen Idiazabal.

En el momento de la Inspección al caserío, los policías encontraron a cuatro trabajadores, tres de ellos en situación irregular en el país, y descubrieron que ninguno de los cuatro tenían contrato de trabajo ni, por tanto, afiliación a la Seguridad Social.

En las declaraciones de estos trabajadores a la Policía Nacional, manifestaron que su jornada laboral era de siete días a la semana sin posibilidad de descanso, incluso cuando estaban enfermos, percibiendo entre 300 y 400 euros al mes, dependiendo de la voluntad de los dueños.

Además, añadieron que en ningún momento recibieron formación en labores de cuidado de ganado. Así, trabajaban sin equipos de protección individual para trabajar con animales y estando expuestos a las posibles enfermedades que les pudieran contagiar.

Todos los trabajadores se encontraban en una situación de vulnerabilidad, ya que "los empleadores eran conocedores de que tenían a sus familias en su país de origen a los que tienen que mantener, no existiendo otra alternativa real más que trabajar en dichas condiciones", han detallado las mismas fuentes.

Por todo ello, el pasado día 5 de junio se procedió a la detención de los propietarios del caserío, que fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Tolosa.

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