El histórico bar Alameda de Bilbao suma a su barra de pintxos las ‘felican’, sándwiches para perros

  • Las famosas 'felipadas' son sándwiches vegetales con anchoa y un toque picante

  • La versión para perros lleva "dos partes finas de pan de molde y paté para perros"

  • El Alameda cumple 70 años y Gabriel Mañeru lleva cinco al frente del histórico local bilbaíno

“Un zurito, una ‘felipada’ y para Lagun (el perrito que acompaña al cliente que pide) una ‘felican’, se escucha al otro de la barra del histórico bar Alameda de Bilbao. Gabriel Mañeru se dispone a atender la comanda sin un ápice de asombro, porque él es el ideólogo de estos sándwiches para perros.

Lagun recibe su ‘felican’ junto a un recipiente con un cuenco para el agua y mueve la cola en señal de que el pintxo es de su agrado. Su dueño, mientras tanto, disfruta de su ‘hamiketako’ (almuerzo, en castellano) para humanos a escasos centímetros y sin remordimientos ante la implorante mirada perruna.

“Los perros que entran con los clientes habituales siempre están mirando para arriba a ver si les cae algo”, explica Gabriel. Así que un buen día, se le ocurrió que a las elaboraciones habituales de ensaladilla rusa y txipirones encebollados, amén de la estrella del local: las ‘felipadas’, sumaría las ‘felican’.

70 años de 'felipadas'

El Alameda, en el número 40 de la bilbaína Alameda Urquijo, cumple este 2024, 70 años. Gabriel tomó las riendas de “esta tasquita” hace cinco años y tuvo claro que “nuestro futuro es el pasado del Alameda”, es decir, que los sándwiches vegetales con anchoa, mayonesa y un toque picante debían seguir siendo la marca de la casa.

Pero ser fieles a la tradición no está reñido con la innovación, así que cada año este restaurador saca nuevas versiones de las ‘felipadas’ y su última ocurrencia, han sido las ‘felican’.

Surgió como una idea para ofrecer a los clientes habituales, pero “se nos ha ido de las manos” y ya venden una media de 12-15 raciones diarias. Las hay, además, en dos formatos: la media ración por 1,50 euros, y la ración completa, que incluye cuatro porciones, por dos.

Eso sí, Gabriel deja claro que su objetivo “no es que haya cola para pedir ‘felican’”, porque “esto no es un comedero de perros”, matiza. El objetivo es que los clientes con perro puedan devolver en forma de ‘felican’ un ápice del cariño que ellos demuestran a diario al ser humano.

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