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La justicia ha admitido a trámite la querella criminal interpuesta por los hijos de una bilbaína que murió en 2020 porque, según denuncian, a su madre le denegaron el acceso a la UCI del hospital de Basurto por el protocolo anti-Covid. Seis médicos de Osakidetza han sido acusados por homicidio doloso y omisión de socorro. El juzgado de instrucción número 1 de Bilbao ha abierto diligencias. Hace unos días, otro paciente demandó al hpsital de Son Espases de Mallorca por perder su anillo de boda tras una operación.
En el caso de Bilbao, los denunciados son cinco médicos de Urgencias, Traumatología y anestesistas del hospital de Basurto, además del responsable del protocolo anti-Covid de Osakidetza. Los hechos ocurrieron en verano de hace cuatro años. En concreto, el 23 de julio, esta mujer de 85 años se resbaló y se fracturó la cadera. Había que operar.
Tal y como informa El Correo, a la paciente en el hospital le suministraron fármacos para reducir el dolor, en concreto, morfina y haloperidol. Tras recibir esta medicación, la mujer, que sufría una dolencia cardíaca, se descompensó y comenzó a sufrir episodios múltiples de hipotensión hasta entrar en estado grave.
Del 23 al 25 de julio, los hijos de esta mujer intentaron hasta en varias ocasiones que ingresaran a su madre en la UCI, pero no lo consiguieron: “Los motivos por los que se denegó el tratamiento necesario para la supervivencia son contradictorios e indeterminados. Primero, por no estar lo suficientemente grave, después por no cumplir los criterios de reanimación que no se especifican, y por último por su deterioro cardiológico y su grave estado de salud”, detalla la querella interpuesta el pasado mes de diciembre.
Tras recibir el alta en Traumatología, la paciente fue trasladada a planta, en concreto quedó ingresada en una habitación del Pabellón Revilla. Al parecer, según ha podido saber el periódico vasco, a la familia le explicaron que la mujer no cumplía los requisitos para estar en la UCI y que en planta recibiría los mismos cuidados. Pero los hijos de la fallecida lamentan que no fue así. De hecho, la mujer murió mientras dormía.
La familia acusa a cinco doctores y al responsable del plan de contingencias de Unidades de Cuidados Intensivos en la pandemia de homicidio por dolo eventual, omisión del deber de socorro, discriminación y provocación con apología del delito. Denuncian que había camas libres y que “discriminaron” a su madre “por su edad” y aportan dos informes periciales de tres médicos en los que se aprecia “negligencia” en este caso.
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