El resultado de las elecciones en Euskadi da un soplo de aire al PSOE. Ni PNV ni Bildu podrían gobernar sin el apoyo de los socialistas que se convierten en la llave del gobierno vasco. Los nacionalistas consiguen con este resultado de 27 escaños y siendo el partido más votado y piensan reeditar su pacto con el PSOE cuatro años más. Informa el periodista Óscar Arnáiz.
Este es, sin duda, el escenario más cómodo para el gobierno de Pedro Sánchez que respira, de momento, hasta las catalanas donde volverá a jugarse la legislatura.
El representante del PSE-EE Ekain Rico ya ha afirmado que espera a que el PNV mueva ficha, porque es a quien le toca ahora "dar el paso" de cara a conformar un Ejecutivo de coalición y ha subrayado que los socialistas no renunciarán a "la fuerza" que les otorgan los cerca de 150.000 votos logrados.
Sobre la posibilidad de que los socialistas tengan más peso en el futuro Ejecutivo de Euskadi, Rico ha explicado que al tener 12 parlamentarios, dos representantes más, los socialistas serán "más exigentes" en el cumplimiento de los compromisos de gobierno. "Nuestra intención es influir en todas las áreas como hemos hecho durante estos años y para eso están los acuerdos de gobierno", ha asegurado.
Las reuniones de las ejecutivas del PNV y del Partido Socialista ya están en marcha para analizar los resultados electorales, aunque representantes de ambas formaciones ya han tenido las primeras conversaciones telefónicas y todo apuntar que se va a reeditar ese gobierno de coalición pero con una diferencia respecto al de hace cuatro años.
Se espera, tal y cómo ya han anunciado los socialistas que en este Gobierno tendrá más peso y van a ser más exigentes, tras subir dos escaños y con la bajada de cuatro del PNV.
Bildu, mientras tanto, permanece pendiente y a la expectativa, a sabiendas de que ha empatado con el PNV y que no le dan los números para gobernar. Los de Otxandiano aceptan que no tienen posibilidades y dan por hecho que habrá pacto entre el PNV y el PSE, por lo que se sitúan ya en la oposición,
EH Bildu no debe tener "especial ansia" y ha recordado que el próximo Parlamento vasco "va a ser el más abertzale y soberanista de la historia, y también va a haber una mayoría absoluta de izquierdas".
"Lo que está planteando la sociedad vasca es un mandato popular por avanzar en mayores cotas de soberanía y en políticas públicas más igualitaristas. La pregunta es cómo se va a gestionar este mandato popular. Y yo creo que esto tiene que dar paso a una nueva política que no esté basada en la exclusión, que esté basada en una gobernanza abierta y que realmente recoja ese mandato popular", ha argumentado.
Sobre si se presentará a la investidura, Otxandiano ha respondido que "aún es pronto" para valorarlo. Su objetivo es a futuro "para dotarnos de un proyecto de país sólido, progresista y soberanista en los siguientes cuatro años".
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