Un vecino de Vitoria de 44 años a punto ha estado de pasar 11 años en prisión o de ser expulsado de España por un delito que no cometió. Es la pena que solicitaban para él tras la denuncia que presentó su hijastra, menor de edad, hace dos años acusándole de abusar de ella. La Justicia le ha absuelto porque no hay indicios suficientes para condenar penalmente al procesado.
La propia denunciante se ha desdicho en varias ocasiones, la primera de ellas a penas había transcurrido un día desde que había presentado la denuncia y ya se retractó, posteriormente lo hizo en la fase de instrucción y de nuevo en el juicio. Además, su padrastro siempre ha mantenido que era inocente de los hechos que se le imputaban.
Al parecer, según informa El Correo, a la menor le movió el miedo a que su madre descubriera que había salido de fiesta sin permiso y que, además, había bebido para relatar unos supuestos abusos por parte del que era la pareja de su madre.
La chica fue sorprendida por un familiar bebiendo en una discoteca de una ciudad en la que se encontraba de vacaciones. En ese momento, al saber que este familiar iba a contárselo a su progenitora, decidió decir que había sufrido abusos sexuales por parte de este hombre durante tres años.
Toda su familia le creyó y la menor presentó una denuncia ante la Policía Nacional. Sin embargo, tras regresar a Vitoria, desde la ciudad donde pasaban las vacaciones, la joven se retractó. A pesar de todo, y ante el temor de que pudiera recular por presiones familiares, el juicio se celebró recientemente. Ahora la Audiencia alavesa concluye que no hay indicios suficientes para condenar a este hombre y que la versión inicial de la denunciante carece de solidez.
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