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Pese al rechazo vecinal para que el Palacio de Quintana de Sopuerta (Bizkaia) se convierta en un centro de acogida de menores, la Diputación Foral de Bizkaia sigue adelante con sus planes. El centro, donde se les formará para integrarse social y laboralmente, acogerá a un máximo de 30 chavales, de entre 14 y 18 años.
La Institución Foral se mantiene firme en su intención de poner en marcha en Sopuerta el centro de menores, aunque ha sido la fundación sin ánimo de lucro ‘Salud y Comunidad’ (FSC) la que ha adquirido el inmueble y la que gestionará el centro. La entidad catalana se convierte así en propietaria del Palacio de Quintana, que hace unos días un vecino de Sopuerta se mostró dispuesto a comprar por un millón de euros para evitar que esta edificación terminara albergando a adolescentes extranjeros no acompañados.
La creciente llegada de estos menores ha llevado a Bizkaia, que ya cuenta con 14 centros de acogida, a buscar nuevos espacios en los que dar cobijo a estos chavales.
Una decisión que no ha gustado a muchos vecinos que argumentan que el municipio de 2.700 habitantes no alberga las condiciones para que estos menores residan aquí. En este sentido, enumeran la carencia de un polideportivo, de una comisaría de policía o de una red adecuada de transporte público.
Además, quienes protestan para que el centro de menores no se abra en Sopuerta insisten en que no les mueven motivaciones racistas sino el temor a que en este pueblo vizcaíno se registren incidentes que se han producido en otras localidades en los que han funcionado este tipo de centros de menores, como en Carranza y Arcentales.
El palacete de tres plantas y más de 850 metros cuadrados cuenta con unos terrenos de 13.300 metros cuadrados y está situado en el barrio de La Baluga. Durante unos años, este inmueble de estilo regionalista montañés acogió una residencia de mayores, que cerró en 2015. Desde entonces, el Palacio de Quintana permanecía cerrado y a la venta en un conocido portal inmobiliario por 1,3 millones de euros.
El palacete, que dispone de 25 habitaciones, 15 baños adaptados, seis aseos, cocina industrial y varios comedores, fue sometido a una reforma en 2004 que dotó al palacio de ascensor. Fue levantado por José María Quintana Garay, emigrante español en México, que a su vuelta en la primera parte del siglo XX se instaló en Madrid, pero decidió contar con una casa de veraneo en su Sopuerta natal.
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