La Real Academia Española (RAE) dice que una persona reincidente es alguien incorregible, terco, que vuelve a caer o incurrir en un error, falta o delito. Una descripción que le viene como anillo al dedo a la protagonista de esta historia. Se trata de una veinteañera que, a pesar de su juventud, acumula un largo historial de robos en la capital alavesa.
Entre sus fechorías se cuenta aquella que tuvo hace unos meses como escenario una residencia sacerdotal y como víctima a una religiosa a la que dio un puñetazo para robarle el teléfono móvil. Según publica El Correo, la joven entró por la puerta principal de esta residencia religiosa de Vitoria, que estaba abierta, y posteriormente , utilizó una ventana para acceder al edificio principal.
Una vez en el interior y al ser descubierta emprendió la huida, pero en su camino se topó con una monja que le recriminó su presencia en el lugar. La joven le pegó un puñetazo a la religiosa y además, se llevó su teléfono móvil.
En cuanto la víctima y el otro religioso presentaron la denuncia y dieron a los agentes de la Ertzaintza la descripción de la intrusa que se había colado en la residencia sacerdotal, no les costó demasiado tiempo identificarla y dar con ella.
La pasada semana en los Juzgados de Vitoria estaba citada por los delitos de robo con violencia en casa habitada y un delito leve de lesiones. Sin embargo, no hubo juicio porque las partes llegaron a un acuerdo, así que a cambio de reconocer los hechos, la procesada ha sido condenada a dos años de prisión, que solo cumplirá en el caso de que vuelva a reincidir, 120 euros de multa y 369 euros para indemnizar a la religiosa a la que pegó.
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