Una mujer maltratada deberá regresar a Vitoria con sus hijas para que su exmarido y maltratador pueda verlas

Hace tres años una mujer maltratada hizo las maletas y se marchó desde Vitoria a Gijón junto a sus dos hijas. Atrás dejaba a su exmarido, del que se separó en 2020, y al que había denunciado por malos tratos. En 2022, el hombre fue condenado por tres delitos de violencia machista contra ella.

Tras el divorcio, la madre se quedó con la custodia de las dos hijas en común del matrimonio, pero la justicia determinó que el padre tenía derecho a disfrutar de un régimen de visitas, por lo que debían residir en la capital alavesa. Sin embargo, la mujer trasladó su residencia a Asturias, en concreto a Gijón, y con ella se llevó a las niñas.

Su exmarido la denunció y fue condenada a nueve meses de prisión por un delito de desobediencia judicial. Sin embargo, la mujer ha recurrido el régimen de visitas que se estableció tras el divorcio porque, desde 2021, la ley de protección a la infancia prohíbe un régimen de visitas a los padres condenados por violencia de género.

Ella esgrime que el entorno seguro para sus hijas está en Gijón y recuerda, según informa El Correo, que estaba aterrada, entre otras cosas, porque tras denunciarlo, él se saltó la orden de alejamiento para residir cerca de ellas en Vitoria.

Otro detenido, el 2 de febrero

También tenía una orden de alejamiento, el hombre que este 2 de febrero fue detenido en Vitoria por agredir a su expareja con un cuchillo. El detenido, según informó la Ertzaintza mediante un comunicado, tiene 53 años y sobre él pesaba esa orden judicial

La propia víctima relató a los agentes que su ex la siguió hasta el portal de su casa, donde la golpeó y la obligó a entrar por la fuerza en el interior del inmueble. Ya en el domicilio se inició una discusión entre ambos. Él cogió supuestamente un cuchillo e hirió en las extremidades a la mujer, que logró zafarse del agresor. Tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario para ser atendida y curada de las lesiones que tenía.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda, comprobaron que el sospechoso mostraba una actitud violenta y fue arrestado por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. Tras ser llevado a dependencias de la Ertzaintza y ser entregadas las diligencias del caso al juzgado, se ordenó su ingreso en prisión. Tenía antecedentes por hechos similares.

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