"Estuvo en mi casa", la coartada de un cura permite la absolución de un acusado de abusar de una niña de 11 años

  • El cura afirma que el joven estaba comiendo en su casa y aporta un vídeo

  • En 2020 alguien siguió a la niña y la besó en su portal, huyendo al empezar a chillar la víctima

  • El acusado de 26 años enfrentaba a tres años de prisión o a ser expulsado del país

Se sentaba en el banquillo de la Audiencia Provincial de Álava acusado de seguir la tarde del 24 de junio de 2020 a una niña de 11 años y asaltarla en su portal. Allí, le habría dado un beso y habría huido cuando la pequeña comenzó a gritar. Por aquellos hechos se enfrentaba a tres años de prisión o a ser expulsado del país. Sin embargo, el joven de 26 años, que siempre negó los hechos, ha sido absuelto de abusar de una niña.

En la decisión judicial ha jugado un papel clave la declaración de un sacerdote que testificó que el chaval había estado comiendo en su casa y aportaba un vídeo del día de los hechos en el que se veía al acusado.

La sentencia, a la que ha tenido acceso El Correo de Álava, concluye que “la seguridad con que se ha expresado ofrece una coartada al acusado y plantea algunas dudas sobre la fiabilidad de la identificación de la menor”. De ella, los magistrados afirman que el impacto emocional que sufre tras el ataque “le impide concretar con certeza detalles como la identidad del autor”. La víctima tras la agresión no sale sola a la calle.

Comiendo en casa del cura

En un primer momento, la familia pasó a la Ertzaintza la foto del presunto agresor, que era otro joven distinto al que finalmente fue inculpado. Un año después, creyeron haber dado con él entrando en un portal próximo a la vivienda de la menor y días después, fue detenido cuando iba a la mezquita.

Durante el juicio, el cura declaró que de vez en cuando el sospechoso acude a comer a su domicilio y que el día en el que agredieron a la niña, fue así. Además, contó que, aunque él se marchó a la parroquia tras la comida y el joven se quedó solo en su domicilio, muy próximo al de la víctima, el sospechoso no tenía llaves del piso y, sin embargo, allí estaba cuando regresó media hora después de los hechos denunciados.

Finalmente, el inculpado que siempre negó ser él quien abusara de la niña de 11 años ha sido absuelto y ha evitado ser condenado a tres años de prisión o a ser expulsado del país. El juicio se celebró a finales del pasado mes de noviembre y la sentencia, contra la que cabía recurso, no ha sido impugnada.

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