Naiara Arteaga es una guipuzcoana que nació hace casi 40 años sin brazos y sin una pierna. Lo que para muchos hubiera supuesto un freno para desarrollar sus vidas en plenitud para esta mujer todoterreno no lo ha sido. Ella es de esas personas que no se detienen ante nada: “No paro”, confiesa. Al menos desde hace tres años, cuando “mi vida cambió tras salir de una relación sentimental” y decidió “mirar por mí”.
Con esa filosofía de superación y las ilusiones intactas por vivir nuevas experiencias se ha marcado como último reto, participar en la Behobia-San Sebastián. Junto a su amigo Sergio tomará la salida a orillas del Bidasoa este domingo 12 de noviembre. "Los límites están en la cabeza", insiste Naiara cuyas redes resumen a la perfección su filosofía de vida: yoquieroyopuedonai.
Aunque vive desde hace 18 años en Canarias, en los últimos tiempos retorna con frecuencia a Euskadi “para estar con mi aita y disfrutar del tiempo con él”, dice. En esta ocasión, no la hemos encontrado ni en tierras vascas ni en las islas, sino en Pontevedra. Descuelga el teléfono y nos atiende desde Caldas de Reis, donde ha hecho un alto para comer mientras cubre junto a unos amigos el camino de Santiago. Transmite alegría en su voz y solo duda cuando habla del tiempo: “Ojalá el domingo no llueva”.
Este sábado llegará directa a Donostia a escasas horas de participar en la carrera. Lo hará junto a Sergio en la modalidad de atletismo asistido. “Yo voy a ir en una silla de tres ruedas y él me impulsará”, relata Naiara que se muestra ilusionada por formar parte de esta carrera popular por excelencia, de cuya dureza ya ha advertido a su amigo.
Reconoce que “siempre ha sentido esa cosilla” por participar en esta media maratón. 20 kilómetros que van desde Behobia hasta la capital guipuzcoana que este próximo domingo recorrerán 29.639 participantes. Naiara será del 48% de ellos que debuta en esta edición, además de ser una de las 8.673 mujeres que se han inscrito para correr, el récord hasta ahora. En marzo se abrió el plazo de inscripciones y cinco meses antes de que arranque su 58 edición, la clásica carrera guipuzcoana cerró todas las plazas. Eso da una idea, del fervor que entre los aficionados al atletismo genera esta prueba dura y de recorrido endiablado.
Pero, además, a Naiara le mueve algo mucho más profundo para querer formar parte de esto: su madre. Lourdes falleció en 2015, pero durante los mismos años que kilómetros tiene la carrera, es decir, 20, esta guipuzcoana participó como voluntaria en la Behobia con personas con discapacidad. Un relevo que ha tomado ahora Leire. Ella y su hermana lucirán el domingo unas camisetas “con una foto en la que aparecemos las dos junto a nuestra madre”, con las que pretenden recordar y homenajear a su madre.