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En uno de los vídeos de la campaña 'Tan como tú' que ha presentado este 2025 Down España para el Día Mundial del Síndrome de Down, que se celebra el 21 de marzo, vemos a Lucía, una mujer con síndrome de Down, escribiendo de nuevo a su ex cuando ya se había jurado a sí misma que no lo haría nunca más. ¿Acaso no has hecho tú misma o mismo alguna vez? Ese es el objetivo principal de esta campaña, demostrar que las personas con síndrome de Down sienten, piensan y actúan “tan como tú, tan como todos nosotros”. Y también es así en el terreno de las relaciones afectivas.
En el campo de las emociones o de la parte afectiva, las personas con síndrome de Down tienen las mismas necesidades de experimentar amor, deseo, afecto igual que otras personas. Donde pueden tener alguna dificultad es en el reconocimiento de esas emociones o en la expresión de estas, pero tienen exactamente las mismas que cualquier otra persona", explica a la web de Informativos Telecinco, Mª Antonia Juan, educadora social y coordinadora del programa Emociones de Down España.
Y añade: “las investigaciones nos sugieren que las personas con discapacidad intelectual pueden mostrar comportamientos en relaciones de pareja que son muy similares a los de sus pares sin discapacidad: buscan compañía, disfrutan de actividades compartidas y se preocupan por el bienestar del otro”.
Desde la asociación, creada ya en los años 90 del pasado siglo, se trabaja para ello en dos ejes: con los implicados y con las familias y entornos más cercanos. Con ellos se trabaja precisamente la gestión de las emociones, cómo es estar en pareja y expresarse, tanto en el éxito como en el fracaso; y luego con las familias, en ver cómo la falta de oportunidades y la sobreprotección les impide tener relaciones sentimentales saludables.
Precisamente una de las tareas pendientes, en este sentido, es conseguir que se respete su autonomía y el derecho a tener una relación sentimental de forma libre. "Con las familias es fundamental que reconozcan que es un derecho que puedan vivir en pareja si ellos lo desean, y facilitar esas relaciones. En muchas ocasiones, no se les ve como personas adultas que pueden tener una relación afectiva con normalidad. Otras veces están infantilizados, por que esas relaciones se quedan en relaciones más adolescentes en vez de relaciones adultas", señala.
Las relaciones de pareja, como ocurre para todos, son beneficiosas para su desarrollo emocional y personal, por eso desde la asociación, reivindican crear y generar más espacios en los que puedan expresarse libremente y desarrollar una vida en pareja. En lugares como Valladolid ya han puesto en marcha programas de vida independiente en pisos de aprendizaje donde les ofrecen todo lo necesario para que puedan vivir una vida con más autonomía e independencia. "Fundamentalmente el tema de los espacios es importante, no pueden tener un ocio para ellos solos, siempre están en entornos asociativos y con las familias. El hecho de vivir en el hogar familiar les resta a la hora de poder tener esa intimidad en pareja".
Desde las asociaciones también trabajan, tanto en niños como en adultos, precisamente estas cuestiones, además cómo gestionar sus emociones y saberlas expresar, tanto en el entorno afectivo como en el laboral, por ejemplo, donde se encuentran más dificultades de inclusión. En estos talleres, se trabaja desde el juego la aceptación de normas, el trabajo en equipo, la empatía, así como saber expresar cómo se sienten y controlar las emociones que puedan tener en determinadas situaciones. "A veces puede pasar que en el trabajo se encuentran en situaciones que no se entienden con los compañeros o que se enamoran y no saben cómo gestionarlo".
Sobre la sexualidad, también desde Down España quieren derribar mitos. Tal y como explica a Informativos Telecinco, Mª Antonia Juan, educadora social y coordinadora del programa Emociones de Down España, no es cierto que vivan su sexualidad de manera descontrolada, más bien lo que ocurre es que no disponen de espacios de intimidad para poder vivir su sexualidad como cualquier otra persona. "Son necesarios esos espacios y facilitarles un entorno, es la asignatura pendiente".
En resumen, concluye Juan, “las personas con síndrome de Down tienen el derecho y la capacidad de formar relaciones afectivas plenas y satisfactorias. Reconocer y apoyar este aspecto de sus vidas no solo enriquece su experiencia personal, sino que también contribuye a una sociedad más inclusiva y empática, y ser #TanComoTú”.
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