Científicos, vulcanólogos y expertos siguen trabajando sin descanso, día y noche, en las zonas más próximas al volcán de La Palma, un lugar que ha cambiado radicalmente su paisaje y su orografía.
Y es que cerca del cono del volcán de Cumbre Vieja, el paisaje que encontramos es totalmente lunar. Se acumula mucha ceniza que llega a alcanzar varios metros de altura. Seis días después de registrar signos de agotamiento, se pueden apreciar las columnas de vapor y azufre.
El volcán emite gas desde su interior con un olor característico que se puede detectar a varios kilómetros de distancia. Este domingo se han cumplido 97 días desde la activación del plan Pevolca y tres meses desde el inicio de la erupción. La lava del volcán ha arrasado en total más de 1.241 hectáreas y ha afectado a unas 3.000 edificaciones.