El volcán de La Palma, tras dos meses en erupción, tan pronto está tranquilo como de repente explosiona con una fuerza brutal. El volcán ahora va a pulsos. Es como una montaña rusa de fenómenos naturales. En la costa las coladas de lava han formado dos nueva playas.
La isla de La Palma tiene dos nuevas playas, en las que podríamos pasear y bañarnos si no fuera porque son zonas activas del volcán de La Palma, explica Raúl Pérez, técnico del Instituto Geológico y Minero de España. Las fajanas han dado lugar a dos nuevas playas de origen volcánico.
El volcán de Cumbre Vieja emite ahora a pulsos y eso es, según los expertos porque está mostrando debilidad. Necesita recargarse y cuando lo hace explosiona con fuerza, explica el vulcanólogo Rubén López.
Los cambios del volcán son muy rápidos. Por ejemplo, los terremotos. Ayer hubo algo más de cien y el día anterior más de 300. Esta madrugada han sido muchos menos, solo una veintena, aunque con dos de ellos muy fuertes, de cinco y 4 grados.
En cambio, las emisiones de dióxido de azufre se han multiplicado por 10 en un día. En dos meses, el volcán de Cumbre Vieja ha expulsado la misma cantidad que toda la Unión Europea en un año.
No da tregua. Por eso hay quien lo define como una montaña rusa de fenómenos naturales. En el cráter principal hemos visto otra sorpresa: depósitos de azufre, de tal magnitud que ha teñido de un amarillo verdoso la ladera.
La colada central es ahora la más activa. Está a 300 metros del mar. A ratos avanza pisando la colada antigua pero también discurre por nuevos terrenos, quemando plataneras e invernaderos y para complicar más aún la situación ha llovido.