Tras el colapso del cono del volcán de La Palma hacia dentro preocupa y mucho que se puedan abrir nuevas grietas. No obstante, de momento el cráter no se ha taponado y lanza lava a gran altura que fluye por las coladas primigenias. La fiereza del Cumbre Vieja no cesa. Los expertos insisten en que queda erupción para rato. En poco más de un mes, el volcán mide 139 metros de alto, como la Torre de Madrid.
El de ayer es el cuarto cambio del cono. Con cada rotura su aspecto varía. Anoche colapsó una de sus paredes laterales al aumentar el nivel del lago de lava.
Cambios que los expertos ya temían al detectar la variación de la altura de La Palma: ha crecido 10 centímetros en un día en la estación de medición más cercana al cráter.
En 37 días de erupción, el Cumbre Vieja mide ya alrededor de 600 metros de diámetro y 139 metros de alto. Dimensiones muy similares, por ejemplo, a la Torre de Madrid, que alcanza 142 metros.
El volcán de La Palma es un rascacielos natural, creado en poco más de un mes, cuyos indicadores siguen siendo preocupantes. Y es que las emisiones de dióxido de azufre han superado hoy las 40.000 toneladas.
Por eso, por la deformación de la isla y los repetidos terremotos, cada vez más fuertes, es precisamente por lo que dicen los expertos que la erupción está lejos de terminar. Ayer se produjo un seísmo de 4,8 que se sintió en cuatro islas: Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma.