En la última semana contabilizada, antes de la Navidad, hubo más de 600 contagios de covid, el doble que en semanas anteriores, aunque los mayores resisten bien el embate.
Los fallecidos por COVID fueron 29, una cifra muy alejada de los 800 muertos semanales en geriátricos el pasado enero. Es gracias al efecto de la tercera dosis de la vacuna que nueve de cada 10 mayores de 70 años ya tienen puesta.
Los contagios siguen subiendo tras la Navidad. Muchos mayores se fueron a casa con sus familias, y aunque la mayoría extremó la precaución, era mucha la necesidad de pasar esta fiesta en casa y a la vuelta muchos han dado positivo. Casi siempre los síntomas son muy leves, incluso asintomáticos, pero tienen que aislarse. Hay cientos de bajas entre sus cuidadores y los centros temen ahora quedarse sin personal suficiente.
La red de residencias de Bizkaia ha confirmado un total de 132 residentes con positivo confirmado a 30 de diciembre, de los que 13 han tenido que ser hospitalizados. No se ha registrado ningún fallecimiento de personas usuarias con covid-19 en los últimos días, según ha informado el Departamento foral de Acción Social.
Según la información a disposición del Servicio de Inspección y Control de dicho Departamento, "prácticamente la mayoría de las personas usuarias con positivo son asintomáticos". Las 13 personas hospitalizadas presentan patologías previas.
"Las residencias de mayores se están viendo afectadas por la incidencia de COVID-19, con un incremento paulatino del número de casos y brotes, lo que supone, en una población muy vulnerable como las residencias, un elevado riesgo de hospitalizaciones y defunciones" , según los datos recogidos en el Informe de la Dirección General de Salud Pública de Castilla La Mancha.
Por ello la Consejería de Sanidad ha aprobado nuevas medidas para los centros, servicios y establecimientos de servicios sociales en el ámbito territorial para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, y que tendrá efectos hasta el 17 de enero de 2022.
Se establece que a las personas residentes, trabajadoras y familiares de estos centros se les informará de que, aunque existe un riesgo menor de padecer COVID-19 después de la vacunación, el riesgo no desaparece por completo ya que la vacuna no garantiza una protección total.
Igualmente se establece el uso obligatorio de mascarillas para todas las personas residentes cuando se encuentren en espacios comunes cerrados, siempre que no se pueda garantizar la distancia de seguridad, salvo para aquellas personas que por sus patologías no puedan cumplir este requisito.
Se permitirán las actividades grupales y el uso de las zonas comunes dentro del centro asegurando el cumplimiento del punto anterior y manteniendo las medidas de salud pública contenidas en los Planes de Contingencia. La detección de un solo caso positivo (persona residente o trabajadora) se considerará un brote a efectos de intervención.