Valencia afronta su segundo año sin Fallas. La capital valenciana hubiera sido este fin de semana un hervidero de gente pero la pandemia ha dejado un escenario de auténtica desolación.
Es el segundo año sin Fallas, sin música, sin monumentos. Las calles de Valencia han vuelto a revivir una semana sin celebración que para muchos ha sido más dura que la anterior. Las actuales restricciones que en la situación actual han devuelto una imagen de la ciudad que nada tiene que ver a la de años anteriores.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha admitido que ver este Día de San José, Nit de la Cremà, "las calles de Valencia vacías produce una enorme congoja", pero ha recalcado: "El año que viene seguro que sí habrá Fallas".
Puig, en una entrevista a RNE recogida por Europa Press, ha lamentado ver vacía la plaza del Ayuntamiento de Valencia en este Día de San José, en el que "emerge todo el trabajo de un año, es el momento culminante y en el que a partir de la noche surge la ambición de hacer las mejores Fallas para el año siguiente".
Por eso, caminar entre "las calles vacías produce una enorme congoja, un silencio que va más allá incluso del sentimiento de los falleros, de la Fallas, porque es un silencio que ha estado demasiado presente este año entre nosotros".
No obstante, ha lanzado un mensaje de optimismo: "El año que viene seguro que sí habrá Fallas porque hasta ahora estábamos en el combate de la pandemia a la defensiva y ahora con la vacunación estamos en el ataque".
La pandemia ha dejado a los valencianos sin Fallas por segundo año consecutivo pero como en todas crisis, siempre surgen iniciativas creativas que ayudan a "mantener viva la llama" de la ilusión. Así, algunos indumentaristas se han lanzado a crear nuevas prendas con motivos falleros: camisetas, delantales, bolsos, mascarillas y hasta zapatillas de estar por casa, mientras en el mundo de la enseñanza, han surgido clases online para aprender a confeccionar un traje de fallera de principio a fin.
Entre estos casos se encuentra la tienda de Álvaro Moliner Indumentaria Valenciana, que se lanzó a coser mascarillas para cuando llegó la Covid. Esta labor les ha permitido a mantener abierto el taller y ahora tienen más de 50 modelos distintos que se venden bien, ha explicado el gerente del establecimiento a Europa Press. De ahí se han pasado a crear todo tipo de productos con estampados falleros: necesers, delantales, bolsos, e incluso pantuflas con mensajes divertidos como 'Sonríe, queda un día menos para Fallas' o 'I love Fallas'.
Y es que con la crisis sanitaria, el sector de la indumentaria valenciana ha visto caer la facturación en un 90% y en este contexto, hay que "mantener viva la llama" de las Fallas y reinventarse para "paliar un poco las pérdidas", ha explicado Moliner. Según ha dicho, las ayudas que les han llegado son "pequeños parches" y aboga por incentivar la compra y reducir los impuestos.