El debate sobre relajar o no el uso de la mascarilla en las próximas semanas continúa. Hay muchas comunidades autónomas que no quieren precipitarse y prefieren confiar en la vacunación, frente a las que ya han puesto fecha a esta nueva realidad de la pandemia.
El Ministerio de Sanidad ha reconocido que la cuestión está sobre la mesa, que se está estudiando, pero que en cualquier caso deberá ser una decisión consensuada. Ni todas las comunidades se encuentran en la misma situación epidemiológica, ni tienen idénticos porcentajes de vacunados, pero la mayoría apuestan por la prudencia.
El País Vasco, con 200 casos por cada 100.000 habitantes es ahora mismo la comunidad con más incidencia acumulada del territorio nacional, por lo que la relajación de la mascarilla parece algo "prematuro", según ha comentado Gotzone Sagardui, consejera de salud vasca. "Todavía nos queda camino por recorrer", ha subrayado la mandataria.
Con una tasa de incidencia cercana se encuentra Andalucía, con 176 casos por cada 100.000 habitantes. La comunidad andaluza es una de las que se opone con más firmeza a relajar el uso de la mascarilla: cierra mayo estancada, con los mismos contagios y con una incidencia al alza. El consejo de gobierno regional mantiene la tendencia de una desescalada que sea tranquila y conservadora.
La Comunidad de Madrid mejora lentamente, pero también ve bien esperar hasta que haya más vacunados "El 20% tiene las dos dosis, todavía esperaríamos un poco más", ha comentado sobre la relajación de la mascarilla Enrique Ruiz Escudero, consejero de salud madrileño.
Por su parte, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que se ha mostrado partidario de eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en algunos espacios abiertos, naturales o playas, cree que esas decisiones se tienen que tomar "cuando corresponda". "Por ahora es absolutamente obligatoria la mascarilla, la distancia y ventilar, si continuamos así este verano será mucho mejor que el pasado", ha sentenciado.
Entre las comunidades que se muestran a favor de la relajación de la mascarilla, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha avanzado este lunes que planteará de forma inminente abordar la supresión de la obligatoriedad de llevar mascarilla en espacios abiertos, algo que, según el presidente regional, Emiliano García-Page, pretende que cristalice antes de que acabe el mes de junio para que pueda ser efectivo en el mes de julio.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo, que fue de los primeros en posicionarse a favor de replantear el uso de la mascarilla, cree que más que cuestión de días, como dijo Fernando Simón, sería "cuestión de semanas". De hecho, el mandatario gallego había pronosticado recientemente que esto podría suceder en julio o agosto.
También Cataluña desde hace unas semanas debate el uso de las mascarillas en su territorio. El nuevo Govern de la Generalitat, además, aboga por eliminar su obligatoriedad en las escuelas a partir del próximo curso.
Es la propuesta del nuevo conceller de educación, Josep Gonzàlez-Cambray, quien ha destacado que la medida se dará siempre que "la situación sea segura" y dependiendo de cómo evolucione la vacunación y la inmunidad de grupo.
El momento ideal para quitarnos la mascarilla depende de muchas cifras y muchos factores. Los datos varían mucho de una comunidad a otra, pero los especialistas, no obstante, destacan que dos cifras de referencia para alcanzar un acuerdo: por un lado que haya una incidencia acumulada de menos de 50 casos por 100.000 habitantes, por otro que el 70% de la población esté vacunada.
Para ambos objetivos nos queda todavía camino por recorrer. Tampoco hay que olvidarse de los no vacunados y los riesgos de la enfermedad. Según ha explicado Marisa Blasco, jefa UCI del Hospital Clínico de Valencia, "seguimos teniendo la obligación de proteger" a la población que no ha recibido ningún fármaco.
Para algunos lo más importante es la responsabilidad individual. "No tiene nada que ver estar por la calle solo a estar en una marquesina llena de gente. Ahí estás en el exterior, pero no es seguro", ha destacado sobre el uso de la mascarilla Guillermo Martínez, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra
A todo esto hay que sumarle otra amenaza, "que no existan variantes especificas -del coronavirus- que puedan escapar a la inmunidad vacunal", según apunta la presidenta de la sociedad andaluza de epidemiología, Begoña López.
Tenemos varios espejos en los que mirarnos: Israel, Canadá o Estados Unidos ya no usan mascarilla en la calle, pero su población vacunada es más alta que la de España y sus incidencias acumuladas más bajas. La decisión definitiva de relajar o no la mascarilla dependerá de la ponencia de vacunas y el número de dosis que llegue esta semana.