La presidenta del Govern balear, Francina Armengol no es tan rotunda como García-Page sobre el uso de la mascarilla. El manchego augura que en julio ya pueda eliminarse la obligatoriedad de usarlas en los espacios exteriores, pero la balear es más conservadora y considera que en las islas "no estamos todavía en la decisión de que haya que quitar la mascarilla". Desde Madrid, el Gobierno de Ayuso, quiere levantar la prohibición y dice estar estudiando esa posibilidad.
García-Page destapó la caja de Pandora sobre el uso de la mascarilla, ese amado-odiado complemento que nos salva y nos incomoda desde que comenzó la pandemia de covid. Y desde muchas comunidades autónomas han replicado con mensajes diversos. Desde Madrid a Andalucía, han mostrado sus diferentes posiciones. Esta última comunidad no quiere oír hablar de levantar la prohibición de las mascarillas porque "es lo que más nos previene aparte de la vacuna", según el consejero de Sanidad andaluz.
Por su parte, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, tampoco se ha mostrado muy favorable a prescindir de las mascarillas. La flexibilización del uso de estas, ha asegurado que es una discusión que se deberá tener en el ámbito técnico y político, así como una decisión que se tendrá que tomar "de forma compartida y según la incidencia de cada comunidad".
"En Baleares no estamos todavía en la decisión de que haya que quitar la mascarilla", ha indicado la presidenta en declaraciones a los medios. Armengol ha argumentado que el Govern continúa planteando "una desescalada lenta y rigurosa". "En el momento que sea posible optaremos por empezar a quitando la mascarilla en el exterior", ha añadido, aunque ha advertido que "en este momento no estamos ahí".
Para la presidenta balear es muy importante "la pedagogía": "Aprenderemos a llevar la mascarilla con nosotros y en según qué espacios ponerla y en según qué espacios no, creo que vamos a ir hacia ahí".
La Comunidad de Madrid está estudiando la posibilidad de suprimir la obligatoriedad de la mascarilla en espacios abiertos. La presidenta en funciones, Isabel Díaz Ayuso, lo ha adelantado, aunque ha avisado que es "una valoración y todavía queda mucho por saber".
"Ojalá que llegue pronto pero hay que hacerlo con sensatez. Hasta aquí, desde luego, ha sido la mejor herramienta contra el virus. Nos ha dado muy buenos resultados así que no hay prisa, pero es normal que ya muchos ciudadanos se empiecen a inquietar", ha indicado, al tiempo que ha recordado que en Madrid está generalizada desde "hace muchísimo, desde antes de que fuera obligatoria".
A su parecer, es "normal que los ciudadanos estén cansados, sobre todo con el calor y viendo que las cifras cada vez son mejores". A pesar de estas palabras, ha indicado que no hay que tomar "decisiones a vuelapluma" y ha subrayado que es "pronto" para no usarla en el interior de establecimientos público.
El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha descartado una posible relajación del uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos, como la que se plantea Castilla-La Mancha. Con la incidencia al alza, Aguirre ha subrayado que este elemento es "lo que más nos previene aparte de la vacuna" frente a la Covid-19.
El consejero andaluz ha respondido a periodistas en Granada sobre si Andalucía se plantea seguir los pasos del Gobierno de Castilla-La Mancha. "No nos planteamos disminuir la presión a nivel de las mascarillas", ha mantenido Aguirre bajo el convencimiento de que es un elemento que "protege" frente al virus, junto a la distancia social de seguridad y el lavado de manos.
Ha mantenido por tanto que hasta que "no tengamos claro que hemos doblegado" al coronavirus y esta pandemia "estaremos con mascarilla", pues es lo que "más nos previene aparte de la vacuna".