Una víctima del 17-A: “Mi hijo de 4 años vio morir a su padre, odia a los musulmanes”

  • Tanto él como ella han tenido que realizar sesiones de psicoterapia y neuropsiquiatría

  • El pequeño sigue recordando las imágenes de su padre muerto

  • Un amigo de Driss Oukabir desvela que se reía viendo decapitaciones yihadistas

Los testimonios sobre los atentados del 17 de agosto en Barcelona siguen helando la sangre. Aún en la mente las palabras de los Mossos, entre lágrimas, recordando los instantes en los que tuvieron que abatir a uno de los terroristas, con el temor a perder la vida en ese instante, hoy el juicio ha servido para recordar el sufrimiento de una de las víctimas y el terror visto de cara por un niño de 4 años. La mujer de un fallecido en el atentado de Las Ramblas de Barcelona el 17 de agosto de 2017, que resultó herida en el mismo, ha declarado en el juicio que su hijo, que entonces tenía 4 años, "vio morir a su padre" y sufre secuelas psicológicas como "odio a los musulmanes".

La reanudación del juicio en la Audiencia Nacional a dos presuntos integrantes de la célula yihadista, Mohamed Houli y Driss Oukabir, y un supuesto colaborador, Said Ben Iazza, acusados de participar en la preparación de los atentados de Barcelona, mediante un atropello múltiple con una furgoneta, y Cambrils (Tarragona), que dejaron un total de 16 muertos y 140 heridos ha vuelto a poner al descubierto la falta de humanidad de los terroristas y las devastadoras consecuencias que ese día ha dejado en las familias que vieron morir a sus seres queridos en cuestión de segundos.

Este jueves ha testificado una mujer italiana que la tarde del atentado paseaba por Las Ramblas de Barcelona con su compañero sentimental y sus dos hijos, que entonces tenían uno y cuatro años. "Estábamos paseando por Las Ramblas, de repente llegó una furgoneta, comenzó a embestir a la multitud y le atropelló a él", ha relatado la testigo. Según la Fiscalía y tal como corroboraron varios miembros de Mossos d'Esquadra en jornadas anteriores la furgoneta iba conducida por Younes Abouyaaqoub, que huyó tras la masacre y que fue abatido cuatro días más tarde por agentes de este Cuerpo en un camino de Subirats (Barcelona). Agentes que también viven día a día el impacto de matar una persona en cuestión de segundos.

La testigo ha reconocido que desde ese día está siendo tratada por problemas psicológicos, algo que tamb afecta a su hijo que, a día de hoy, "odia a los musulmanes". No en vano, uno de ellos con solo 4 años tiene grabadas a sangre y fuego en su mente las imágenes de la muerte de su padre. "Lo recuerda todo".

Tanto él como ella han tenido que realizar sesiones de psicoterapia y neuropsiquiatría que les ha ofrecido el Estado italiano. No obstante, ha aclarado que no ha sido reconocida como víctima del terrorismo aunque ha recibido una indemnización de 250.000 euros a repartir entre ella y sus hijos.

También han declarado los médicos forenses que emitieron las actas de levantamiento de los restos humanos encontrados entre los escombros de la casa de Alcanar (Tarragona), en la que los terroristas fabricaban artefactos para atentados, que explosionó la noche del 16 de agosto de 2017. Según expone la Fiscalía en su escrito de acusación en la misma fallecieron dos de los presuntos terroristas, entre ellos el imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki Es Satty, que supuestamente formó la célula yihadista con jóvenes de esta localidad.

Driss Oukabir se reía de las decapitaciones

Mossos d'Esquadra que comparecieron en jornadas anteriores mantuvieron que la explosión de Alcanar y en el paseo marítimo de Cambrils ya en la madrugada del 18, este último por cinco terroristas abatidos en el lugar por los agentes. Los médicos forenses han manifestado que durante varios días se recogieron restos humanos esparcidos por la finca de Alcanar y han corroborado que correspondían a dos fallecidos.

Por otra parte ha testificado un vecino de Ripoll (Girona) que era amigo del acusado Driss Oukabir, que ha recordado que cuando tenía 16 años éste le enseñaba en su teléfono móvil vídeos con contenido yihadista con escenas como decapitaciones. "Me decía mira el vídeo, es muy fuerte, y se reía, pero yo no podía", ha comentado, aunque ha añadido que no vio a Driss Oukabir relacionarse con los jóvenes que cometieron los atentados.