Se ha dado el pistoletazo de salida para el reparto de cargos en la Unión Europea y tras los resultados de las elecciones del domingo, España, con Pedro Sánchez a la cabeza, se ha convertido en pieza clave para decidir. "Ahora empiezan las negociaciones y hay que hablar con unos y con otros", ha asegurado el presidente en funciones.
Sánchez no quiere demorar el trámite: "Hay que acordarlo cuanto antes, en el Consejo de junio". Y quiere un papel destacado para nuestro país, "singularmente España trabajará por tener la mejor representación dentro de la Comisión Europea"
Las familias de socialistas y liberales quieren imponerse a la de conservadores. Sánchez se ha visto con Emmanuel Macron y Angela Merkel, por separado. El presidente francés ha sido claro: "La clave para mí es que las personas en las posiciones más sensibles compartan nuestro proyecto y sean lo más carismáticas, creativas y competentes posible". Merkel llegaba decidida a defender el "spitzenkandidat", al cabeza de lista, el candidato principal para convertirse en presidente de la Comisión, en este caso Manfred Weberm el candidato del Partido Popular Europeo. Pero sus socios comunitarios se han opuesto.
En juego hay cinco cargos: presidentes de la Comisión, del Consejo, del Parlamento, del Banco Central Europeo y Alta Representación de Política Exterior. La selección final ha de ser equilibrada y satisfacer criterios geográficos, demográficos, de igualdad de género y de equilibrio del espectro político.