El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido tajante en su defensa del estado de alarma como figura constitucional "eficaz y necesaria" en la lucha contra el coronavirus. "No hay plan B, el único plan es el estado de alarma", ha advertido a los partidos de la oposición ante sus reticencias a seguir apoyando nuevas prórrogas como la que piensa solicitar en el Congreso de los Diputados la próxima semana.
Sánchez ha insistido en que aplicar esta figura no es un "capricho" o una "excentricidad". En ese sentido, ha señalado que el confinamiento impuesto con el estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo ha demostrado ser un "instrumento eficaz de lucha contra el COVID-19", ya que se ha pasado de una tasa de contagios del 35% a un 0,5% actualmente. Además, el estado de alarma es necesario para amparar las medidas de apoyo económico frente a la crisis.
Por lo tanto, considera que mantener vigente este instrumento jurídico, que, ha recordado, se ha aplicado de forma similar en "la mayoría" de los países europeos en la batalla contra el virus, es "una necesidad" para poder aplicar medidas "muy duras" como son el confinamiento o el ordenamiento de la movilidad.
Para reforzar su tesis, Sánchez se ha preguntado "qué pasaría" con algunas de las ayudas que el Ejecutivo ha aprobado para amparar a los golpeados por las consecuencias económicas y sociales de esta crisis, por ejemplo las medidas relativas a los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo o las destinadas a los autónomos. Tras advertir del "impacto" sanitario, económico y social que podría tener que el Pleno del Congreso no renovara el estado de alarma la próxima semana, el presidente ha dicho que confía en que las distintas fuerzas políticas estén "a la altura" y actúen con "responsabilidad".
"Pido que todos arrimemos el hombro" y "podamos prolongar el estado de alarma en tanto en cuanto persista la existencia del virus en la desescalada", ha manifestado, añadiendo que si estaba justificado este instrumento a mediados de marzo, ahora, que "hay más incertidumbres que certezas, existen "muchos más argumentos" para mantenerlo: "El virus sigue ahí, al acecho", y es necesario "estar preparados para poder reaccionar y gobernar esta transición hacia la nueva normalidad".
Sánchez ha defendido la decisión "política" del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos de acudir al Congreso cada quince días para solicitar la renovación del estado de alarma y, en ese marco, someterse al "escrutinio" de los grupos de la oposición. Y por ello, advierte de que el proceso de desescalada requerirá de "mucha prudencia, diálogo bilateral, cogobernanza entre el Gobierno y las comunidades autónomas y muchísima responsabilidad y generosidad por parte de todos".
En este sentido, ha dicho que el Gobierno "no va a polemizar con nadie", sino que va a buscar la unidad y a escuchar a todos los colectivos, las Administraciones Públicas, los agentes sociales y los partidos políticos, atendiendo sus demandas e incorporando sus propuestas. "Porque los contagios no se evitan con polémicas, el virus no se doblega con división y ningún enfermo se cura con insultos", ha añadido, apostando por "remar juntos" y por que Gobierno y oposición se coordinen para los pactos de reconstrucción social y económica.
Sobre las quejas de falta de diálogo expresadas por los líderes del PP y de Ciudadanos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, entre otros, ha insistido en que a principios de semana habla con los líderes políticos y que lo volverá a hacer en esta ocasión. "El esfuerzo de diálogo, interlocución y acuerdo del Gobierno de España con los agentes sociales, las comunidades autónomas y los partidos políticos es indudable", ha defendido.
Por su parte, la dirección nacional del PP se ha vuelto a quejar de la falta de comunicación entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposicion, ya que, en 43 días Sánchez "solo" ha contactado tres veces con Casado, la última vez hace 13 días, según han indicado fuentes de la cúpula 'popular'. Por ahora, el PP ha dejado en el aire si apoyará o no la nueva prórroga del estado de alarma y está a la espera de conocer el contenido exacto del decreto antes de desvelar el sentido de su voto.
Este sábado, tras asistir al acto de homenaje a los héroes del 2 de mayo junto a la sede del Gobierno madrileño, Casado ha asegurado que si Sánchez quiere su apoyo deberá presentar "un plan claro" para la desescalada. El líder de los 'populares' ha recalcado que "no hay nadie al timón" y ha acusado al Gobierno de pretender que se haga todo desde el confinamiento de manera ilimitada en "un estado más de excepción". "Tiene que tener un plan, tiene que ir al volante, claridad en lo que tiene que hacer y, desgraciadamente no lo estamos viendo", ha aseverado.
Mientras, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha informado de que su formación no apoyará la prórroga del estado de alarma que pedirá en el Congreso el Gobierno porque, a su juicio, este mecanismo constitucional se ha utilizado por parte del Ejecutivo para "vulnerar las libertades".
"Volveremos a votar NO al "estado de excepción encubierto" que Sánchez pretende eternizar, porque no se ha usado para la adquisición masiva de protección frente a la pandemia sino para vulnerar nuestras libertades. VOX no cederá al chantaje lanzado hoy en 'Aló presidente'", reza el mensaje de Abascal en Twitter.
Además, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha criticado que Sánchez pida "adhesiones" a la oposición para prorrogar una vez más el estado de alarma, cuando lleva "16 días" sin ponerse en contacto con la formación naranja.
"Sánchez pide adhesiones a la oposición pero hace 16 días que no llama a Ciudadanos. Dice que 'no hay plan B', pero lo que tendría que hacer es buscar el consenso para acordar un verdadero plan A. Para exigir 'responsabilidad', primero hay que practicarla", ha escrito en un mensaje en su cuenta de Twitter.