La Navidad está ya muy cerca, las medidas a priori parecen claras, pero un repunte de contagios podría obligar a aumentar aún más las restricciones. Imágenes como las de este puente de la Constitución, con aglomeraciones, desde luego no ayudan al control de la pandemia.
Importantes aglomeraciones en prácticamente todo el país. Este martes es festivo y, pese al mal tiempo, los ciudadanos se han echado a las calles. En circunstancias como estas, guardar la distancia social se convierte en una misión imposible.
Y aunque no dejan de pedirnos evitar las zonas más concurridas, en el centro de ciudades como Madrid se ha vuelto a ver mucha gente en sus calles, lo mismo ha sucedido en Barcelona, calles atestadas pero, al menos, esto coincide con unos datos algo más alentadores: se frena la expansión del coronavirus y la velocidad de transmisión baja un poquito.
El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha vuelto a llamar a la "responsabilidad ciudadana" ante las aglomeraciones que se han producido durante el puente de la Purísima, para evitar contagios de Covid-19.
Lo ha dicho en declaraciones a la prensa tras visitar este martes por la mañana a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell en la cárcel de Wad-Ras en Barcelona, acompañado del presidente del Parlament, Roger Torrent, y la número dos en las listas de ERC en las elecciones el 14-F, Laura Vilagrà.
Preguntado por si los centros comerciales deberían haber abierto para evitar el colapso de los ejes comerciales durante el puente, Aragonès se ha reafirmado en la idea de que hay que ser responsable y ha argumentado que "el virus lo transmiten las personas, no la actividad económica y social".