Ni en clubes, ni en pisos, ni en la calle, ni en hoteles que se escudan en que les alquilan habitaciones. Abolir la prostitución como forma de violencia contra las mujeres, que incluye víctimas de trata, es un objetivo indiscutido.
El PSOE, que presenta en solitario una proposición de ley, mantiene que no va contra las mujeres
sino que propone castigar el proxenetismo y el ánimo de lucro con hasta 6 años de cárcel, lo que en Podemos consideran incluye a mujeres que sin ser proxenetas, alquilan o compartan pisos con otras que ejercen la prostitución. El miércoles, los socialistas tuvieron que retirar de la ley de libertad sexual —conocida como del solo sí es sí— su enmienda para prohibir esa práctica de lucrarse con la prostitución, porque ponía en riesgo el avance en la tramitación de la norma. Los grupos minoritarios no querían abordar la cuestión de la forma en la que los socialistas la habían redactado, sino aplazar el debate para tener más tiempo para llegar a un consenso.
La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha defendido este jueves la necesidad de erradicar la prostitución, "piedra angular del machismo y que perpetúa el patriarcado", y se ha mostrado segura de que "la sociedad mayoritariamente es abolicionista" en este sentido.
"La prostitución es uno de los elementos que sustenta el machismo y perpetúa el patriarcado", ha dicho Llop, quien ha incidido en que "nunca seremos iguales mujeres y hombres mientras persista ese desequilibro, mientras se pueda acceder a los cuerpos de esas personas prostituidas, que sabemos que son en el porcentaje más alto mujeres".
Llop ha asegurado que con esto España se sitúa "de manera avanzada al nivel de otros países abolicionistas, como el modelo francés que ha dado frutos", rechazando el modelo alemán "donde hay barras libres de prostitución, tarifas planas donde por 50 euros se puede acceder a cervezas, a salchichas y al cuerpo de las mujeres". "Ese no es el modelo que queremos para nuestra sociedad", ha apuntado.
Hoy la ministra Montero lima asperezas y dice que todo suma en los esfuerzos abolicionistas del Gobierno
Quien trabaja cada día con personas que ejercen la prostitución dice que hay que atender a distintas realidades. Por un lado, están quienes defienden que es necesario también cubrir los derechos de las trabajadoras sexuales, como definió Mireia Vehí, de la CUP. Unidas Podemos cree que no se dan alternativas para salir de esa violencia a las propias víctimas.
El PSOE busca perseguir el proxenetismo en todas sus formas y sancionar a los hombres que acudan a la prostitución para poner fin a una de las formas de explotación sexual que sufren miles de mujeres en España. Además de la clausura del local, el PSOE propone penas de prisión de dos a cuatro años para el que con ánimo de lucro destine un inmueble, establecimiento abierto o no al público, o cualquier otro espacio a promover, favorecer o facilitar la prostitución de otra persona aun con su consentimiento.
En su reforma del artículo 187 del Código Penal, incluye también la sanción a los puteros, una multa de 12 a 24 meses. Los socialistas que participan directamente en el entramado explican que el texto recoge la grave vulneración de derechos que es la prostitución. Otra modificación relevante es que castiga y tipifica como delito todo tipo de proxenetismo sin exigir la relación con la explotación sexual, simplemente con que haya lucro de la prostitución. El PSOE afirma que este concepto no tiene en España un suficiente reproche penal a diferencia de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno que ya han procedido a regular la persecución.