El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido para hacer público que ya ha trasladado al jefe de Estado, Felipe VI, el nombramiento de los nuevos minsitros tras la marcha de Salvador Illa para disputar las elecciones en Cataluña.
"La dimisión de Illa para concurrir a las elecciones catalanas obligan a hacer modificaciones en el Gobierno de España. Quiero agradecer encarecidamente su trabajo en estos meses. Fue nombrado ministro para poner en marcha la ampliación de servicios para una Sanidad pública de calidad, y para impulsar otras muchas medidas que figuraban en el programa del Gobierno, pero se encontró con la necesidad de gestionar la respuesta a la pandemia más terrible del último siglo. Ha sido a mi juicio un ministro extraordinario, una persona honesta que ha evitado siempre la confrontación política. Nunca ha presumido de sus aciertos y siempre ha pedido disculpas pos sus errores. Tiene una enorme vocación de servicio público y ha estado centrado en las verdaderas urgencias que amenazan en estos momentos tan complejos. Ha demostrado siempre capacidad de diálogo, liderando Sanidad y con interlocución permanente con quienes tienen las riendas de la sanidad pública en nuestro país, las comunidades autónomas,además también de la colaboración con las entidades locales, la comunidad científica y el personal sanitario. Si tuviera que destacar una cualidad de su paso por el Ministerio de Sanidad, sería una sencilla palabra que dice mucho de sí mismo y también de su mirada hacia los demás: respeto", ha dicho, antes de anunciar los nuevos nombramientos.
“Los cambios como consecuencia de la dimisión serán de reajuste mínimo con dos incorporaciones: Carolina Darias será la nueva ministra de Saniddad. Miquel Iceta será ministro de Política Territorial. Con esto, España va a seguir respondiendo con la máxima prioridad a la pandemia, además de seguir afrontando las transformaciones de España para poder renovarse”.
“Los nuevos ministros conocen muy bien los ámbitos en que desarrollarán sus tareas. Darias ha compartido el día a día de la gestión de la pandemia con Illa, presente en el Consejo Interterritorial y en las comisiones internas que desde el Gobierno de España hemos venido realizando. Conociendo además a los responsables sanitarios de las CCAA y conociendo a sus presidentes por su condición de Política Territorial. Ella misma formó parte de un gobierno autonómico".
"Iceta es una persona conocida, de ideas, de construir consensos en un estado enormemente descentralizado como el nuestro, en el que la cogobernanza ha llegado para quedarse. Iceta es la persona que encontrarán declinando todos los verbos con este prefijo: cooperación, colaboración, coogoberananza", ha dicho, introduciendo a ambos y asegurando que "desde sus responsabilidades ayudarán al Gobierno de España a afrontar los desafíos que tenemos por delante".
En este sentido, ha expresado su "agradecimiento por haber aceptado sus nuevas responsabilidades", y ha trasladado un mensaje de esperanza: "Durante 2020 estuvimos al frente de la estrategia sanitaria, y en 2021 de la recuperación y superación de esta pandemia. Este es el primer Gobierno de coalición. Cada día que pasa el Gobierno avanza frente al miedo y la incertidumbre. Tenemos que abonar la confianza y esperanza de nuestro país. El Gobierno seguirá trabajando con humildad, con dedicación, en una única dirección: continuar el rumbo hacia la España que los españoles se merecen y la que todos queremos", ha finalizado.
Nada más oficializarse su nombramiento como nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias ha escrito en Twitter para dejar claro que asume el "reto" con "ilusión, responsabilidad y mucha humildad", declarándose siempre al servicio del país y la ciudadanía.
"Mi reconocimiento a Salvador Illa por su trabajo y mi agradecimiento al presidnete Pedro Sánchez por la confianza depositada en mí", ha manifestado.
Nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1965, Darias afronta ahora el reto más complejo en materia de Sanidad. En plena tercera ola del coronavirus, y con los hospitales nuevamente al borde del colapso, con la ocupación de camas de UCI en los valores más altos desde el inicio de la pandemia, situándose en el 41,27% según el último balance del Ministerio de Sanidad, la ministra asume la gestión de la crisis sanitaria entre dramáticas cifras de récord.
A su favor, como ha expresado Sánchez, que durante el último año ha estado encargada de la Política Territorial y ha tenido contacto directo con los representantes de las distintas comunidades autónomas, trabajando junto a Salvador Illa para coordinar las decisiones adoptadas en consenso con las distintas regiones en el Consejo Interterritorial. Fue esto, esa participación directa en la gestión de la crisis, lo que la termino por poner como favorita para el puesto.
De 55 años, licenciada en Derecho y funcionaria de la Administración Pública, simpatizó desde joven con el PSOE, al que se afilió en 1999, año en que inició su carrea política en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. En 2004 estuvo en la subdelegación del Gobierno y en 2007 fue elegida diputada regional, cargo que dejó al ser nombrada delegada del Gobierne. Entre el 2011 y el 2015 fue consejera en el Cabildo de Gran Canaria. Después, volvería al Parlamento canario para ser la primera mujer presidenta de la Cámara. Tras ello, aceptó en el Gobierno canario la cartera de Economía y Empleo, pero en enero fue elegida ministra de Política Territorial por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Ahora, finalmente, asume el cargo de ministra de Sanidad; un nombramiento que su predecesor ha bendecido: "Mis felicitaciones a Carolina Darias, con quien he compartido la gestión de la pandemia en el Consejo Interterritorial y las comisiones de seguimiento covid-19. Estoy convencido de que bajo su ministerio lograremos el fin de la pandemia", ha dicho a través de Twitter.
El otro nombramiento, también significativo, es el de Miquel Iceta, nuevo ministro de Política Territorial. Si bien llevaba más de treinta años militando (y parte de ellos mandando) en el PSC, muchos catalanes le conocieron en 2014, cuando asumió el liderazgo de los socialistas catalanes en las horas más bajas del partido, profundamente dividido tras los primeros embates del "procés".
Esta carpeta, la del "procés", será una de las que le esperen ahora en el Ministerio, donde tratará de dar prioridad al diálogo territorial desde una perspectiva federalista.
Iceta cogió el timón del PSC cuando nadie lo quería y lo suelta -no del todo, porque seguirá siendo el primer secretario- cuando las cosas empiezan a ir bien, con los socialistas en el Gobierno de España y las encuestas al alza para dar paso a "un candidato mejor", según sostuvo: Salvador Illa.
En el horizonte, el reto de Iceta será el de buscar un nuevo encaje territorial para España, en el que Cataluña será fundamental.
Siempre fiel a Pedro Sánchez, al que ayudó a defender su liderazgo en el PSOE frente a líderes como Susana Díaz, Iceta ha sido la cara del PSC durante los años del "procés", en los que ha buscado un difícil, a veces imposible, equilibrio entre la oposición a las iniciativas del Govern -las "leyes de desconexión", el referéndum del 1-O y la declaración unilateral de independencia- y la mano tendida a la "reconciliación".
Él fue el primero en hablar públicamente de eventuales indultos para los líderes independentistas; lo hizo cuando aún no estaban ni procesados, y eso le valió un aluvión de críticas. Ya en 2013, Iceta participó en la redacción de la Declaración de Granada, que recoge la propuesta territorial del socialismo para España y defiende ampliar el autogobierno de las autonomías, si estas lo desean, para conseguir una gestión más eficaz.
Antes de llegar al Parlament en 1999 pasó por el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat, por el gabinete de gobierno de Felipe González y por el Congreso de los Diputados.
Aunque durante muchos años no fue una de las grandes figuras públicas del PSC, Iceta siempre tuvo ascendencia puertas adentro: participó en la "revuelta de los capitanes" del congreso de Sitges de 1994, que restó poder a Raimon Obiols, apoyó la candidatura de Pasqual Maragall a la Generalitat y tiempo después fue el escudero de José Montilla, con quien ya había colaborado en Cornellà, cuando se forzó la retirada del propio Maragall, ya diagnosticado de alzhéimer.
Su modesta presencia mediática de entonces registró un pico el 12 de octubre de 1999, cuando en plena campaña electoral se convirtió en el primer político de España en declarar públicamente que era gay.
El paso a la primera línea, no obstante, llegó quince años después, cuando se sintió empujado por la crisis que vivía el partido, que se había quebrado por el debate alrededor del "derecho a decidir" de Cataluña. Rodeado por un núcleo de confianza en el que destacaban Salvador Illa y Eva Granados, consiguió recomponer el partido.
Otro de los momentos que ayudó a su popularidad -también fuera de Cataluña- llegó cuando en el arranque de la campaña de las autonómicas de 2015, ya convertido en candidato, se lanzó a bailar el "Don't stop me now", de Queen, sin ningún complejo, acompañado por un tímido Pedro Sánchez, entonces secretario general del PSOE.
"En mi lápida pondrá: era gay y bailó", bromea el propio Iceta en la biografía que le dedicó el periodista Raúl Montilla.
Nacido en Barcelona en 1960, sus intervenciones se caracterizan por el tono irónico y el uso de numerosos referentes culturales, fruto de su pasión por la lectura y el cine.
Su estilo despierta la simpatía de los propios, pero a menudo irrita a los contrarios, que en alguna ocasión le han tachado de "frívolo".