El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha anunciado que el president de la Generalitat, Quim Torra, ha aceptado la propuesta trasladada por el líder socialista de constituir la mesa de diálogo sobre el "conflicto político" este mismo mes de febrero.
En rueda de prensa en el Palau de la Generalitat al término de la entrevista entre ambos, Sánchez se ha ofrecido a encabezar la delegación del Ejecutivo español en la primera reunión constitutiva de la mesa, pero no ha podido avanzar quiénes la integrarán.
La conversación de hora y media celebrada entre ambos este jueves desborda las expectativas iniciales que tenía el Gobierno sobre la misma, dado que, como se encargaron de indicar fuentes del Ejecutivo esta semana, no esperaban que pudiera cerrarse siquiera la fecha del inicio de los trabajos de la mesa de diálogo.
Sánchez ha rechazado de modo rotundo incorporar la figura polémica del mediador a esa mesa de negociación, como plantea Junts per Catalunya, al no considerarlo necesario, puesto que el Gobierno español participará con voluntad de establecer un "diálogo franco y transparente" y se compromete a dar a conocer a los "47 millones de españoles" los acuerdos que alcancen.
Ha confirmado también que Torra le planteó en la reunión la voluntad del independentismo de ejercer el derecho de autodeterminación y le reclamó amnistía para los dirigentes encarcelados por el 'procés'. Para el presidente español, esto demuestra lo "dispares" que son las posiciones de partida de ambas partes, siendo la postura que defiende el Ejecutivo español la de profundizar en el autogobierno catalán, pues en su opinión "aglutina a más catalanes y representa mejor la pluralidad de la sociedad catalana".
Sánchez ha advertido de que el nuevo diálogo que se disponen a abrir no será fácil ni dará resultados pronto, pero ha defendido que "el diálogo es el camino" para encontrar una solución porque "la ley por sí sola tampoco basta".
El líder socialista hace un "balance lamentable" de la última década "presidida por el desencuentro, el conflicto institucional y la tensión social" en la que "nadie ha ganado y todos han perdido". Él considera en cambio que ha llegado el momento de poner fin a esa "estela de desánimo y hastío".
Frente a los que promueven el "ruido y el griterío" alimentando un conflicto para sacar partido de él, Sánchez se ha erigido como el representante de los ciudadanos que tienen esperanza en "convivir en el respeto" y en volver a mirarse los unos a los otros.
Sánchez ha puesto en valor la agenda para el reencuentro que le ha propuesto a Torra y en la que el Gobierno español acepta o al menos se abre a negociar las principales reivindicaciones de los últimos gobiernos catalanes en materia de financiación, principalmente.
El presidente quiere que aquellos asuntos pendientes de acordarse puedan tratarse en la Comisión bilateral Estado-Generalitat prevista en el Estatut y que Sánchez quiere reunir asimismo en este mes de febrero, presidida por la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.
Ahí se engloba, por ejemplo, la cesión a la Generalitat de la gestión del 0,7 por ciento del IRPF para fines sociales.
En su documento de propuestas, Sánchez se compromete también a estudiar los planteamientos de la Generalitat para una mayor autonomía financiera y tributaria pero los vincula a las peticiones que el Govern pueda hacer en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (que reúne al Gobierno central con todas las Comunidades Autónomas) de cara a la elaboración de un nuevo sistema de financiación autonómica.
En este sentido, Sánchez ha pedido a Torra que reconsidere su posición de no participar en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera de este viernes en Madrid.
El presidente ha confirmado que en la reunión no han hablado de la posible fecha de las elecciones catalanas, que Torra ha anunciado que adelantará después de que se apruebe el presupuesto de la Generalitat, porque respeta la que es una competencia exclusiva del president.
En cualquier caso, ha querido desvincular el desarrollo de la mesa de diálogo político de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, que su Gobierno presentará "cuanto antes", si bien ha evitado hablar de fechas concretas.
Sánchez ha abandonado el Palau nada más terminar su rueda de prensa, sin esperar a escuchar la comparecencia que inmediatamente después ofreció Torra a los medios de comunicación desde el mismo atril en la galería del Palau desde el que habló Sánchez.