El exvicepresidente y exlíder de Podemos Pablo Iglesias relata respecto a la denominada pieza 'Dina' que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le dijo en una reunión "Van a por ti" antes de que se produjera el giro de la instrucción en la que se cuestionó su condición de perjudicado.
Así lo traslada en el libro 'Verdades a la cara. Recuerdos de los años salvajes', publicado por Navona y editado por el periodista Aitor Riveiro, en el que narra su experiencia y trayectoria en la política activa.
En uno de los pasajes, Iglesias relata que varias veces pudo dejar la primera línea política y que en verano de 2016 hubo una "ventana de oportunidad" para irse en verano de 2016, después de la primera repetición electoral.
"Yo hubiera apostado por Íñigo (Errejón) si él hubiera tenido una relación política distinta conmigo. Si yo hubiera sentido la lealtad de quien dice: 'No estoy de acuerdo contigo en un montón de cosas, pero mientras tú seas el secretario general, voy a defenderte con uñas y dientes'. Pero hizo lo contrario y aquello desembocó en el horror de Vistalegre 2 y en la posterior escisión", expone respecto al conflicto interno que marcó al partido. Y es que ante ese "desafío" de los "compañeros que había enfrente" comprendió que "la pelea había que darla".
Es más, asegura que en aquel momento, "sin hacer una revisión ventajista" del pasado, hubiera apostado por Errejón porque en ese momento era la "mejor opción", como ha hecho en el caso de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que tiene un liderazgo diferente al suyo.
De la vicepresidenta dice que, para muchos, se parece más en las formas a la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena, con un "discurso crítico respecto a los partidos". "Y, sin embargo, no dudamos en apostar por ella", desgrana para añadir que el problema de Carmena "no eran tanto sus ideas" sino su "falta de lealtad" a Podemos.
Posteriormente, el 26 de enero de 2019, el exvicepresidente confiesa que junto a la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, tenían tomada la decisión de dimitir de todos sus cargos y dejar la política cuando, pocos días antes, Errejón y Carmena anunciaron "por sorpresa" su escisión y crear un nuevo partido en las elecciones madrileñas, justo cuando estaba en pleno permiso de paternidad.
"La situación era muy difícil (...) Merecíamos una vida un poco más llevadera, sin tanta presión y sin la amargura permanente de las traiciones y las luchas internas. La decisión estaba tomada", apunta para precisar que recibió entonces una llamada del portavoz parlamentario, Pablo Echenique, para ofrecerse como candidato cuando estaban sin candidatos, gesto que emocionó a ambos y les hizo recapacitar.
El exvicepresidente asegura que en verano de 2020 ya tenía claro que debía haber un relevo en Unidas Podemos y el convencimiento de que Díaz era la mejor opción. La decisión se activó cuando decidió ser candidato en el 4M, puesto al que también se ofreció Montero y se le propuso al titular de Consumo, Alberto Garzón.
En las conversaciones en las que terminó de tomar la decisión de ser candidato en Madrid desgrana que no participó Díaz, pues "para que saliera bien, sabía que no podía decírselo". "De hecho, si se lo hubiera comunicado no me habría dejado hacerlo", reflexiona.
"Era consciente (Díaz) de que le tocaba, pero no quería. Por suerte todo ocurrió como pensé que iba a ocurrir. Tardó un tiempo en hacerse a la idea pero hoy es evidente que Yolanda está radiante como vicepresidenta y líder del espacio (...), comenta para loar también que la ministra Ione Belarra está consolidado al frente de Podemos.
Por otro lado, el exvicepresidente explicita también que el jefe del Ejecutivo y su exjefe de gabinete Iván Redondo le pidieron una reunión para hablar de un "tema judicial", cuando aún no se había producido el giro de la investigación en la pieza del caso Villarejo relativa a la tarjeta de móvil de la exasesora Dina Bousselham.
En ese encuentro, Iglesias asegura que el jefe del Ejecutivo fue "claro" y le soltó 'Te vamos a defender, pero que sepas que van a por ti',' sin que supiera cómo logró esa información. "Que te llame el presidente del Gobierno para reunirte con él y que te diga eso, tiene su trascendencia", confiesa para añadir la conversación "le tocó".
Otro día y durante una comida Iglesias asevera que Sánchez le dijo que debía conocer "algunos jueces importantes" dado que, desde el trato en persona, la imagen que tenían de él podría cambiar.
"Le dije que estaría encantado. Aunque nunca se produjo ese encuentro con ninguno de los jueces que debía conocer, estaba claro que el presidente había asumido que irían a por mí y que, quizá, si nos presentaban, verían que yo no era tan terrible. Creo que el presidente me decía la verdad y que actuaba de buena fe. Eso sí, si se analiza desde la óptica de la separación de poderes que hay en este país, es tremendo", subraya.
Una conversación le dejó "tocado" dado que luego el magistrado Manuel García Castellón le quitó la condición de perjudicado y empezó a dirigir pesquisas contra él para convertirlo en un caso "contra Pablo Iglesias".