Continúa el fuego cruzado entre el Gobierno y la oposición desde que el pasado jueves 3 de febrero el real decreto ley de la reforma laboral quedase convalidado en el Congreso de los Diputados por un solo voto (175 a favor frente a 174 en contra) gracias a un ‘error’ en el voto de un diputado del PP, Alberto Casero.
Los populares insisten en que –por lo que califican de un “error informático”–, se contabilizó un voto que “previamente se había puesto en conocimiento que no era en ese sentido”.
“El voto se ha computado de manera diferente al emitido, por tanto, vulnerando su derecho constitucional del artículo 23. Lo que estamos trasladando a la presidenta es la necesidad de que se rectifique”, dijo, muy enfadada, Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, nada más convalidarse el real decreto ley, anunciando al mismo tiempo que iban a recurrir.
Aquel día, además, se dio la circunstancia de que los dos diputados de UPN traicionaron las palabras de su propio presidente, Javier Esparza, que la noche anterior a la votación dijo que su grupo parlamentario apoyaría la reforma laboral por “responsabilidad” con España y “sentido de Estado”. No fue así, porque Carlos García Adanero y Sergio Sayas López rompieron la disciplina de partido, algo que ya ha tenido consecuencias para ellos, dado que Unión del Pueblo Navarro ha aprobado la expulsión de ambos si no entregan sus actas.
En este contexto, con el PP acusando al Gobierno de “cacicada” y Vox de “pucherazo”, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ha incidido en que durante la votación de la reforma laboral del pasado jueves en el Congreso de los Diputados se vio "el verdadero rostro de una derecha que blanquea el transfuguismo, deslegitima el voto democrático en el Parlamento y vota en contra de un acuerdo bueno para España".
En su intervención en un acto de campaña en León, en el que ha respaldado al candidato socialista a la Presidencia de Castilla y León, Luis Tudanca, junto al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Sánchez ha defendido que la reforma laboral es "un canto al crecimiento y al acuerdo que consolidará la creación de empleo digno" y que, según ha apuntado, ha dado ya sus primeros frutos con un aumento del 92% en el número contratos fijos en su primer mes de vigencia.
"Eso era lo que no quería que saliera el PP, incluso utilizando a tránsfugas", ha dicho, señalando así a lo ocurrido con los diputados de UPN que traicionaron la disciplina de partido.
Sánchez ha incidido, en este punto, que la reforma es también "un canto al acuerdo entre sindicatos y empresarios y entre distintos partidos" que se han unido a trabajadores y patronal para "avanzar en derechos sociales".
En este sentido, el presidente ha agradecido su voto favorable a sindicatos, partidos y a "todos los que hicieron posible la reforma laboral" porque esto, ha señalado, "es un éxito colectivo".
Por su parte, ha lamentado lo que ha calificado como una derecha "negacionista": "Lo que me queda claro es que España no se merece esta oposición ni esta derecha negacionista", ha reafirmado, en alusión al PP, al que ha afeado su rechazo también de la subida de las pensiones, de la eutanasia de la ley de Formación Profesional o de una Ley de Vivienda para la que "ya han anunciado un recurso ante el Tribunal Constitucional antes de haberla conocido y leído".
Al mismo tiempo, en el intercambio de críticas, les ha acusado de reprobar al Gobierno por con quién saca adelante estas leyes, a las que se ha referido como "avances sociales". "La pregunta es por qué el PP, desde su oposición negacionista, vota en contra", ha sentenciado.