La nueva colada del volcán de La Palma avanza por la zona de Las Manchas a unos 50 metros por hora, según el cálculo que realiza el Instituto Geográfico y Minero de España (IGME), mientras que la sismicidad continúa en aumento.
La nueva colada proviene de la boca eruptiva que surgió el pasado día 15 y que hasta ahora solo venía expulsando material piroclástico. El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, indicó este mediodía que la nueva colada podría verse frenada por la gran cantidad de ceniza que está encontrando a su paso y no causar más daños materiales.
La dirección que está tomando esta colada es hacia el núcleo poblado del Corazoncillo, en Las Manchas, de los primeros en ser evacuados cuando el volcán en Cumbre Vieja comenzó a erupcionar el pasado 19 de septiembre.
Morcuende indicó que la "alta densidad" de material piroclástico en esa zona hace que la lava gane en viscosidad y se frene, y que lo más probable es que esta colada se acabe uniendo a otra más próxima y que "no haga más daño".
En cuanto a la colada que se mantiene parada en el barrio de La Laguna, Morcuende indicó que tiene "una alta carga de remanso" en su parte trasera y que su frente "puede moverse en cualquier momento".
Mientras, Itahiza Domínguez, sismógrafo del Instituto Nacional de Geografía (IGN), da cuenta en las redes sociales de un aumento del tremor volcánico que coincide con una mayor sismicidad detectada desde la pasada noche a entre 10 y 15 kilómetros de profundidad, y con un aumento de la emisión de piroclastos del cono secundario del volcán.
En las últimas seis horas y media, el IGM ha localizado 63 terremotos a profundidades que oscilan entre 8 y 15 kilómetros, de los cuales seis se han sentido y 30 han sido de magnitud superior a 3; después de una madrugada de alta sismicidad, con hasta 74 temblores contabilizados desde la medianoche.