Una mujer y siete menores tienen que ser rescatados de su casa por las lluvias en Navarra
Agentes de la Guardia Civil han auxiliado a una mujer y a siete menores cuya vivienda estaba a punto de inundarse en el término de Olave
El agua del río Arga se adentraba en las calles de Burlada cubriendo decenas de coches
La imagen de las inundaciones de la Borrasca Barra: el río Arga, registra su mayor crecida en 20 años
Agentes de la Guardia Civil han auxiliado a una mujer y a siete menores cuya vivienda estaba a punto de inundarse en el término de Olave. Durante la tarde noche de este jueves una mujer llamó al teléfono de Atención al Ciudadano de la Guardia Civil 062 avisando de que el río Ultzama estaba a punto de alcanzar e inundar su vivienda, en el kilómetro 11 de la carretera N-121, así como un taller de carpintería que tienen en la planta baja del edificio que compone su vivienda.
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Agentes de Seguridad Ciudadana de Guardia Civil desplazados al lugar auxiliaron a la mujer que se encontraba con siete menores de edad en su vivienda. Al llegar, el río se encontraba desbordado y había inundado la parcela anexa a la vivienda, así como las cuadras que dispone para caballos, que habían sido retirados. El edificio cuenta con una vivienda en su parte superior y un taller de carpintería en su parte inferior. Los agentes ayudaron en la retirada, del interior del taller de carpintería, de la maquinaria, ha informado la Guardia Civil en una nota.
Cubre viviendas. Arrastra vertidos. Invade sus vías de comunicación. El río Ultzama ha dicho en Villava estoy aquí. Engullendo la zona próxima a su cauce. Atrapando coches. Colándose en los portales. Los ríos navarros se rebelan. Cortando carreteras y arrastrando mobiliario urbano en Huarte Arakil. Invadiendo zonas de recreo en Ziordia. Voluntarios y agentes han tenido incluso que rescatar perros de una protectora en Oroz Betelu.
La noche ha sido más que complicada en Navarra. El agua del río Arga se adentraba en las calles de Burlada cubriendo decenas de coches y dejando sin suministro eléctrico a los residentes. La crecida sorprendía a los vecinos que contemplaban atónitos la dimensión del desastre. Estaban avisados pero nadie esperaba que arrasara con tanta fuerza. En Villava ha sido el río Ulzama, uno de los afluentes del Arga, el que ante la imposibilidad de asumir tanto caudal se ha abierto paso entre sus calles. La lluvia no ha dado tregua durante la noche en la comunidad foral y este el resultado en localidades del norte como Sumbilla.La policía ha tenido casi que navegar para acudir al rescate de aquellos que se han visto atrapados por la riada. Solo esta madrugada han atendido 25 incidencias