El volcán de La Palma ha arrasado cerca de 1.600 viviendas. Muchas familias llevan todo este tiempo en casas de familiares o de amigos. Por eso urge la entrega de viviendas. Nuestra compañera Carolina Armas ha estado con Milagros, que vive "de prestado". Su casa estaba a 500 metros de la primera boca del volcán. Como ella misma ha contado "al abrir la puerta, el volcán estaba ahí. Se me cerró la garganta”.
Una de las casi 3.000 edificaciones destruidas por las coladas de lava del volcán de La Palma era la casa de Milagros. El volcán entró en erupción a 500 metros de su vivienda. Ella lo perdió absolutamente todo. Sólo tuvo tiempo de sacar a su madre, gran dependiente.
Tres meses después, esta familia intenta reconstruir su vida, en una casa prestada. Milagro ha contado a Informativos Telecinco como vivió esos primeros instantes del mediodía del 19 de septiembre cuando el volcán entró en erupción en Cumbre Vieja.
“El peor momento fue cuando el volcán reventó. Fue abrir la puerta y el volcán estaba ahí, a 500 metros. Se me cerró la garganta. No podía emitir ningún sonido”, ha explicado.
“Cuando me vino la voz, solo podía gritar por mi madre, por mi marido y mis hijos…”, prosigue. “Gritaba y gritaba solo quería sacar a mi madre. Si no salía ella de allí, no salía yo”. Dice Milagro que tuvo que salir con lo puesto y ver de lejos como la lava engullía su casa, sus recuerdos… su vida.
Desde la azotea de su nueva casa, esta palmera ha explicado a nuestra cámara como ha vigilado el volcán “cada día y cada noche. Subía varias veces en la noche” cuenta mientras señala que tras la nube gris que cubre el cielo de La Palma está el volcán.
Hoy, vive en una casa que le han dejado en el Camino Viejo, El Paso, pero señala que ese “no es su hogar, es una casa donde estar”.