El volcán de La Palma no ha dejado de cambiar vidas. Como la de este matrimonio que vive a bordo de una embarcación en el puerto de Tazacorte desde que estalló el volcán. Prefieren apañarse en los pocos metros cuadros de su barco a ir a uno de los alojamientos. Antes de la erupción planeaban venderlo, ahora se ha convertido en su pequeño hogar flotante.
A sus 90 años, a Luis le sobra energía para embarcar en una nueva vida, Como él mismo reconoce a Informativos Telecinco, tenían una lanchita y al final su esposa y él decidieron vivir en su lanchita. Él, médico jubilado, vive ahora una nueva vida con su esposa Margaritte, una jovial holandesa de 86 años. Lo único que les molesta son los gruñidos del volcán, que no paran.
Dos guardias civiles les dijeron hace 12 días que tenían que abandonar su casa porque estaba en una zona de peligro. Y salieron, como muchos, con lo puesto. Y con su gata. Solo pudieron coger una aunque recuerda que les dejaron varios kilos de friskis. Les han ofrecido alojarse en un cuartel del Ejército, pero ellos prefieren la intimidad de su viejo barco que estaban a punto de vender cuando el volcán cambió sus vidas.