Está siendo tal el poder destructor de las coladas de lava del volcán de La Palma que solo en los últimos dos días han quedado sepultadas por la lava unas 240 casas. Ya son cerca de 2.200 edificaciones destruidas en la isla. El estado de ánimo de los vecinos que siguen cada paso del volcán es devastador.
Hace poco eran los vecinos de La Laguna los que acogían a los de Todoque, y hoy son ellos lo que están metidos de lleno en ese infierno. Algunos han querido ver como sus casas desaparecían bajo esa mole de rocas incandescentes. Necesitan mirar con sus propios ojos para poder aceptar el desastre.
Una casa de color verde, que los drones captan totalmente rodeada de lava, era la casa de Ricardo: "Me levanté con una casa y hoy estoy sin ella", lamenta el hombre. Fue testigo de cómo poco a poco su hogar en La laguna desaparecía engullido. Ahora se ha quedado sin nada, hoy está con un hermano en los llanos.
Miriam también es una de los más de 2000 vecinos de La Laguna desalojados. Cada día vigila su casa, una blanca, cerca de la montaña, con la lava cerca. No sabe si resistirá. Sus hijos se han quedado sin colegio, ya sepultado.
La incertidumbre también duele en los palmeros. Muchos de ellos perderán sus casas si se las traga la lava, pero también si las rodea y no pueden acceder a ellas.
La lava que expulsa el volcán de Cumbre Vieja arrasa ya 866,1 hectáreas de superficie en La Palma --54,3 más en las últimas 48 horas-- y ha destruido 2.185 edificaciones --229 más, según la última actualización del programa espacial Copernicus de la Unión Europea.
Ante la cercanía de la lava, en la noche de este miércoles se ordenó la evacuación de los vecinos de los barrios de Las Martelas (Los Llanos de Aridane), Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Cuesta Zapata (Tazacorte), en total, casi medio centenar de viviendas.