El rey emérito, Juan Carlos I, en su visita a España, ha llegado a las siete de la tarde de este sábado a Pontevedra para asistir como espectador al partido que disputan, en el pabellón municipal, el Club Cisne Balommano y el Barça B, equipo en el que juega su nieto, Pablo Urdangarin, uno de los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
El rey emérito dejó poco antes de las 19 horas el chalet de Nanín (Sanxenxo, Pontevedra), propiedad de su amigo el empresario Pedro Campos, en el que está alojado este fin de semana en su primer regreso a España desde que hace dos años se fuera a Abu Dabi en medio de la polémica desatada por sus negocios en el extranjero y la posible ilegalidad de los mismos.
El encuentro forma parte de la penúltima jornada de la fase de ascenso a la Liga Asobal de balonmano, máxima competición a nivel nacional.
Juan Carlos I acude al partido tras navegar varias horas a bordo de su barco "Bribón 500", aunque finalmente se ha quedado sin competir en la segunda jornada de regatas del Trofeo Viajes InterRías por las condiciones meteorológicas.
Juan Carlos I se ha detenido a atender a los medios de comunicación y, preguntado por cómo está siendo su estancia a España, el emérito ha comentado: "Muy buena, muy buena, ya lo veis".
Pese a haber navegado, Don Juan Carlos no ha podido disputar este sábado ninguna prueba, ya que las mangas han sido canceladas por las condiciones meteorológicas adversas --falta de viento, principalmente"-.
Hasta el último momento no se despejó la incógnita de si se disputarían las pruebas previstas para esta jornada, aplazadas durante la mañana y estimadas para primera hora de la tarde.