La vacunación va a ser clave para frenar la llegada de una cuarta ola que empieza a despuntar en los datos de algunas comunidades autónomas. El gobierno confirma que estamos saliendo ya de una zona valle de contagios y eso sin tener en cuenta los posibles efectos de la Semana Santa. Hay ciudades donde empiezan a preocupar también las hospitalizaciones.
Los días de vacaciones han vuelto a aumentar el peligro en la mayoría de comunidades. Especialmente en cinco que se sitúan ya en riesgo extremo: Melilla, Navarra, Ceuta, Madrid y el País Vasco. La tendencia al alza se confirmará en los próximos días pero las imágenes de las aglomeraciones en las playas de Barcelona o en las calles de Madrid pueden hacer una idea. En Andalucía notan ya la presión hospitalaria y la inevitable sombra de la cuarta ola. Preocupación también en Galicia donde están subiendo también los contagios.
Ante este preocupante panorama, ya hay comunidades que se plantean tomar nuevas medidas o endurecer las que ya están en vigor. Como sucede en Valladolid donde ya superan los 150 casos por cada 100 000 habitantes y se anuncia el cierre del interior de la hostelería.
Terminada la Semana Santa, Castilla y León es la primera comunidad en apretarse el cinturón. Durante dos semanas cierra el interior de la hostelería en todas las zonas con riesgo extremo y ahí están las ciudades de Segovia, Soria, Burgos, Palencia y Valladolid.
Restricciones para frenar una cuarta ola a la que en Andalucía no le quitan el ojo aunque, por el momento, no mueven ficha. Con los universitarios a punto de volver a clase y los pequeños ya en el colegio, se teme el aumento de los contagios. En casa también se han quedado los estudiantes de Doña Mencía, en Córdoba, donde se han anulado las clases ya que la incidencia supera los 7000 casos por cada 100 000 habitantes. Por su parte, Cataluña opta por darse tres días de margen antes de decidir si poner en marcha nuevas medidas.
Por otra parte, las comunidades en las que hoy es festivo tienen sus playas llenas con una peculiaridad. Están detectando que hay demasiados surfistas de otras comunidades autónomas. Ya saben que ante las límites de movilidad, los aficionados a este tipo de deportes pueden federarse y eludir las restricciones.