La lluvia de cenizas volcánicas que cae continuamente sobre la isla de La Palma sigue anegándolo todo, los vientos alisios la expanden por la zona sur, ayer cayó más en el este. Pero la realidad es que todo está cubierto de ese manto gris o marrón oscuro que complica la vida de los vecinos y que además puede tener consecuencias para la salud.
Ese cambio de viento ha propiciado que la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, se haya cubierto hoy de una espesa capa de cenizas.
Las toneladas de ceniza que lanza el volcán han transformado por el completo el paisaje de La Palma, cae en todas partes, no hay tregua y los vecinos pasan el día escoba en mano para retirarla de las azoteas.
La ceniza empieza a taponar algunos desagües y si se acumula puede provocar derrumbes. Una alfombra oscura cubre toda la isla complicando aún más la vida a los palmeros
Los servicios de limpieza no dan abasto, el trabajo es agotador, a diario cargan decenas de camiones. El ayuntamiento ha instalado contenedores para que los vecinos puedan deshacerse de la ceniza.