Las imágenes aéreas del volcán de La Palma, además de hipnóticas, son la pieza clave para los informes que elaboran los científicos. Con ellas pueden tener una vista privilegiada de lo que ocurre, hacer cálculos de las temperaturas que se alcanzan en cada punto y, con esos datos, anticipar los desalojos antes de que llegue la lava. Informativos Telecinco ha estado con uno de los equipos que trabaja en la zona para recoger este material.
Con un dron equipado con la última tecnología, hacen modelos del terreno en 3 dimensiones. Desde una furgoneta supervisan el vuelo de la aeronave para precisar con detalle el alcance de la colada.
El dron graba con una cámara térmica y podemos distinguir claramente las zonas donde se alcanzan las temperaturas más altas, los canales subterráneos por donde discurre la lava en su camino al mar
Se graba simultáneamente imagen real y de infrarrojos. Así los científicos pueden analizar cómo se alimenta el volcán, aunque la nube de cenizas dificulte la observación. Estas imágenes son una herramienta fundamental para medir la erupción y minimizar sus riesgos.
Un descenso en la intensidad de los vientos alisios ha provocado que la concentración de dióxido de azufre (SO2) aumentara mucho en la primera mitad del día en la isla de La Palma, donde estos vientos suelen ayudar a alejar los contaminantes hacia el océano. Pero, si pierden intensidad, empeora la calidad del aire con las emisiones del volcán, según ha informado eltiempo.es.
Por esta causa, la concentración de SO2 ha aumentado mucho en las últimas horas y la calidad del aire ha llegado a ser muy mala de madrugada por este contaminante en el entorno de El Paso. En la estación móvil de Los Llanos se está registrando un índice de calidad del aire malo y regular por PM 2.5.
Los vientos alisios seguirán predominando en niveles bajos, aunque con poca intensidad durante hoy jueves, lo que está suponiendo una menor dispersión de los contaminantes en la baja atmósfera, empeorando de este modo la calidad del aire en las zonas cercanas de población. A partir del viernes volverán a soplar con algo más de intensidad, lo que ayudará a mejorar la calidad del aire en las estaciones de la zona.
Por el contrario, entre los 1.500 y los 3.000 metros de altitud, donde se empiezan a encontrar las mayores concentraciones de este gas, el viento sopla con mucha fuerza procedente del suroeste. Esto provoca el transporte de cenizas hacia la vertiente este de la isla, donde se encuentra el Aeropuerto.