La lava procedente del volcán de Cumbre Vieja sigue fluyendo por La Palma. Ahora se ha formado una lengua nueva que se ha separado de la ramificación del sur. La colada de lava se ha desplazado hacia el Sur, en un ramal que ha derivado desde el canal principal hacia la zona costera situada entre Las Hoyas y la playa de Los Guirres. Ese nuevo brazo arrasa más fincas plataneras y algunas viviendas. Ha caído en la fajana que se creó en 1949 tras la erupción del San Juan.
El geólogo Raúl Pérez, del Instituto Geológico y Minero de España ha tenido que ser evacuado rápidamente ante el peligro de la cercanía de la nueva colada.
La colada se ha partido en dos a la altura del almacén de plátanos de Covalle, en el cruce de acceso a Puerto Naos o la Costa de Tazacorte. Desde ahí ha sepultados muchas más hextáreas de plataneras de alto valor productivo, además de diversas construcciones existentes, hasta llegar al acantilado sobre Las Hoyas.
La lava ha empezado a descender el acantilado para sumarse a la antigua plataforma creada por el Volcán de San Juan. La nueva entrada al mar se ha producido a 600 metros al Sur del Perdido, en donde tocó la primera vez, esto es más allá de la playa de Los Guirres. Esta discurre por las zonas evacuadas, por lo que, por el momento, no supone un peligro para los palmeros, pero sí ha afectado a las plantaciones de plataneras en su recorrido inicial. En ese punto localizado la calidad del aire ha disminuido mucho y muy repentinamente debido a los vapores resultantes de la mezcla de la lava a más de mil grados con el mar, que está a en torno 20ºC. Se ha producido una nube de dióxido de azufre peligrosa para la salud humana, pero puntual.