Rogelio Franco, peruano, de 55 años y afincado en Pontevedra, ha sido el primer fallecido identificado del naufragio del Villa de Pitanxo. Su cadáver ha sido transportado por un barco canadiense hasta el puerto de San Juan de Terranova. Los restos mortales del marinero serán enviados, tal y como él quería, a su ciudad natal, Huarmey.
La mujer de quien era ayudante de cocina en el pesquero gallego ahora respira más tranquila: "Ahora ya sé que va a estar enterrado y va a estar descansando en paz".
Kevin, hijo de la actual esposa de Rogelio, ha declarado a Efe que para su madre recibir esta confirmación ha sido muy duro, pero que enseguida supo lo que debía hacer, porque "era deseo expreso de Rogelio que, si algo le ocurría, este era el paso que había que dar", mandar sus restos a su país, razón por la que la mujer ha dado la autorización. "Era como un padre para mí, porque llevo conviviendo con él diez años", afirma, resignado, Kevin, al tiempo que da las gracias por cada muestra de pésame que le va llegando.
Las familias buscan una confirmación para poder afrontar el duelo. "Sabemos que no tienen vida, pero los queremos de vuelta". En el mismo puerto canadiense también desembarcarán los tres supervivientes, cuyo testimonio es clave para saber qué paso, cuántos marineros estaban faenando y cayeron al agua y cuántos pudieron haberse hundido a 1.000 metros, porque estaban en turno de descanso. Será casi imposible recuperarlos.
Los familiares piden que estén donde estén, no dejen de buscar: "Cada hora que pasa es más difícil encontrar algún cuerpo".
El Villa de Pitanxo naufragó el pasado martes en el Gran Banco de Terranova, a unos 460 kilómetros al este de San Juan. Contaba con una tripulación de 24 personas, de las que doce permanecen desaparecidas.
A última hora del miércoles las autoridades canadienses decidieron poner punto final a las tareas de búsqueda y rescate, 36 horas después del naufragio, por la falta de posibilidades de encontrar con vida a la mitad de la dotación. Dos días después, han vuelto a anunciar que reactivarán la búsqueda tan pronto como el temporal amaine y no suponga un peligro para los equipos de rescate. La Xunta de Galicia ha pedido al Gobierno que envíe un avión de salvamento marítimo a a la zona.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha activado una nueva fase del Plan de Asistencia Consular para lograr la repatriación de los supervivientes y las víctimas "con todas las garantías, rigor y diligencias y la máxima celeridad posible". Esta fase del plan, según Exteriores, ha entrado en vigor tras la llegada a San Juan de Terranova de dos de los cuerpos rescatados y continuará este sábado.